Alfredo Astiz seguirá en prisión, al menos hasta que se resuelva el pedido de extradición que tiene que presentar el gobierno sueco –y que ya está preparado– para pedir que sea juzgado en Estocolmo por el asesinato de Dagmar Hagelin. El juez Juan José Galeano rechazó ayer un pedido para que el represor quede en libertad.
Poco antes de que el ministro de Defensa, Horacio Jaunarena, repitiera que está a favor de que los militares acusados en el exterior por violaciones a los derechos humanos se queden en Argentina, Galeano –que reemplaza al magistrado Sergio Torres– decidió no hacer lugar al pedido del defensor de Astiz, Fernando Goldaracena. La semana pasada Torres también se había opuesto a dejar en libertad al represor.
Astiz fue detenido el 27 de diciembre pasado, cuando el gobierno de Adolfo Rodríguez Saá prometía derogar el decreto delarruista que impedía aceptar los pedidos de extradición provenientes del exterior. La gestión duhaldista deberá definir oficialmente su posición en poco tiempo, con el caso de Astiz o el del militar Osvaldo Riveiro, que está arrestado a pedido de Francia.
En realidad, Suecia ya tiene preparado el documento para presentar ante la Cancillería e iniciar formalmente los trámites para que Astiz viaje a Estocolmo. Pero las autoridades de la embajada esperan que el ministro de Relaciones Exteriores los atienda para entregarle los papeles en mano.
Hagelin fue secuestrada el 27 de enero de 1977, en El Palomar. Cuando la joven de 17 años intentó huir, el ex marino le disparó por la espalda y herida fue llevada al centro clandestino de detención que funcionó en la Escuela de Mecánica de la Armada.