EL PAíS
› LA MAYORIA DE LA GENTE QUIERE QUE RENUNCIE LA CORTE SUPREMA
Unanimidad contra los cortesanos
Una encuesta de Catterberg y Asociados revela que un abrumador 76 por ciento de los consultados quiere la dimisión de los supremos. Además, la imagen de Duhalde y su gobierno. Expectativas.
Los días del cacerolazo cotidiano parecen haber quedado atrás. Al menos mientras no haya nuevas sorpresas. Una encuesta de la consultora Catterberg y Asociados indica que la mitad de la población está de acuerdo con la designación de Eduardo Duhalde como presidente de la Nación. Ese sondeo demuestra que la principal demanda hacia el Gobierno es “la reactivación de la economía”. Y para satisfacción del Ejecutivo, señala que cuatro de cada diez argentinos considera que la situación del país mejorará en los próximos meses. Las opiniones son opuestas cuando se habla de la Corte Suprema: un abrumador 76 por ciento de los consultados quiere que renuncien los nueve ministros del tribunal, cuya imagen aún sigue vinculada a la mayoría automática del menemismo.
En una semana de gestión, el presidente Eduardo Duhalde parece haber revertido lo que no pudo en toda su trayectoria política. Su imagen negativa, que en diciembre rondaba el 54 por ciento, ha bajado treinta puntos y hoy alcanza el 24 por ciento de las opiniones. Esta es una de las conclusiones del estudio de Catterberg, que fue realizado entre el 4 y 7 de enero en Capital Federal, Gran Buenos Aires, y en las ciudades de Córdoba, Mendoza y Tucumán. Se trata de una encuesta telefónica, con una muestra de 600 casos y un margen de error del 4 por ciento.
El apartado sobre la imagen de Duhalde permite extraer algunas conclusiones. En diciembre, la imagen negativa del entonces ex gobernador bonaerense alcanzaba el 54 por ciento y superaba ampliamente a las opiniones positivas (11 por ciento). Menos de un mes después, con Duhalde ya en la Presidencia, los criterios se repartieron en tres partes casi iguales: imagen positiva, 29 por ciento; regular, 32 por ciento; y negativa, 24 por ciento. Una rápida mejora para Duhalde, que los autores de la encuesta atribuyen a que “ha logrado instalar la percepción de que se ha restablecido la autoridad política”. “Hay una especie de paradoja, una hipótesis para pensar –analizó ante Página/12 Eduardo Fidanza, director de la consultora–: luego de dos años de frustración de expectativas, amplias franjas de la población están encontrando en el planteo que hace el gobierno de Duhalde respuestas a las promesas que había hecho la Alianza.”
De todas formas, los niveles de apoyo a Duhalde varían según la edad y el nivel educativo. Los jóvenes con formación universitaria son el grupo que más resiste al flamante presidente. Y otro factor que influye en este aspecto es la ubicación geográfica: Duhalde, tal vez por su condición de bonaerense, obtiene más respaldo en la Capital y el Conurbano. En cambio, en el Interior, donde su figura siempre tuvo una gran resistencia, los resultados muestran más rechazo que apoyo.
Otro punto de interés está ligado a las expectativas de la población con respecto al nuevo gobierno. El 35 por ciento respondió que el primer objetivo del Ejecutivo debe ser “reactivar la economía”. En cambio, el 30 por ciento contestó que la prioridad debe ser “disminuir drásticamente el gasto político”. Muy atrás quedó el levantamiento del corralito bancario, elegido sólo por el 9 por ciento de los consultados. “Ese 9 por ciento es un indicador del peso específico de los sectores afectados por el corralito, que es una preocupación sectorial. En cambio, la demanda de reactivación y es un interés general: se piden puestos de trabajo”, distinguía Fidanza.
La sorpresa de la encuesta es el cauto optimismo que exhiben los resultados en el capítulo referido a la evolución de la situación política, social y económica del país. Cuatro de cada diez consultados manifestaron que la situación “mejorará” en los próximos meses, tal vez esperanzados en que nada podrá ser peor a la crisis institucional de mediados de diciembre.
Las expectativas desaparecen si se pregunta por la Corte Suprema: la población tiene una pésima opinión del máximo tribunal de justicia, al menos mientras esté conformado por sus actuales miembros. Lo demuestranlos números: 65 por ciento de imagen negativa, y un elevado consenso, 76 por ciento, en torno al reclamo de que renuncien los nueve ministros.
Más allá de las estadísticas, la encuesta revela que lo que predomina es, sobre todo, la cautela y una módica expectación. “No hay apoyo masivo, existen expectativas favorables y está claro que Duhalde dejó de estar en un lugar de rechazo mayoritario”, argumentaba ayer Fidanza.