Las declaraciones de Tabaré Vázquez desde Venezuela pusieron entre signos de pregunta toda una jornada generosa en gestos de buenas intenciones –desde ambas márgenes del Río de la Plata– en busca de una tregua para destrabar el conflicto diplomático por la construcción de las dos plantas de celulosa en Fray Bentos. A pesar de manifestar su confianza en una “pronta solución” al problema, el presidente uruguayo anunció en Caracas que va a dar “instrucciones a su gobierno para demandar a la Argentina”, ante los propios tribunales locales por los bloqueos de los pasos internacionales a su país y “solicitar una reparación al daño económico” sufrido por Uruguay.

En una conferencia de prensa brindada en Caracas y junto al presidente venezolano Hugo Chávez, Vázquez soltó, como elemento de presión, un párrafo que terminó por generar más inquietud por la solución al diferendo con la Argentina. “Voy a dar instrucciones al secretario de la Presidencia... para que, si continúan los cortes de ruta, Uruguay se presente ante la Justicia argentina solicitando que ésta se expida sobre el levantamiento de los cortes y solicitando reparación del daño económico que nuestro país ha sufrido”, afirmó el mandatario uruguayo.

Antes, en Bolivia –donde se reunió con el presidente Evo Morales–, Vázquez insistió en que “no se negocia bajo presión”, en clara referencia al bloqueo de los puentes internacionales que unen Entre Ríos con su país, que desde hace 40 días mantienen cortados los ambientalistas entrerrianos. Ayer, después de la entrevista que mantuvo con el mandatario venezolano, el presidente uruguayo fue mucho mas sintético para expresar su “confianza” en una “pronta solución” al conflicto con la Argentina.

La recorrida latinoamericana de Vázquez tiene, entre otros objetivos, plantear la versión uruguaya del conflicto que causa preocupación entre los miembros del Mercosur y los países de la región. “Le informé al presidente (Chávez) sobre la cuestión papelera”, dijo el uruguayo para dejar claro el motivo de la visita.

Durante el día, en Montevideo, el gobierno uruguayo entregó a las empresas Ence y Botnia el pedido de paralizar las obras por 90 días. “Se está en eso”, contestó escuetamente el vicepresidente uruguayo, Rodolfo Nin Novoa, cuando en una entrevista radial le preguntaron si su gobierno solicitará formalmente el pedido de suspensión de las obras. Pero aclaró que “no tomará ninguna acción” para detener los trabajos de las papeleras y que su paralización deberá ser una “expresión voluntaria de las empresas”.

Nin Novoa, en ejercicio de la presidencia por la gira que Tabaré Vázquez emprendió por Latinoamérica, también se dirigió a un convulsionado frente interno: afirmó que “no hay un acuerdo” entre los gobiernos uruguayo y argentino para detener las plantas, pero destacó que “lo que sí hay es el inicio del diálogo”. Además opinó que un estudio de impacto ambiental como solicitan los ambientalistas de Entre Ríos podría realizarse “independientemente de la construcción” de las plantas.

De este lado, el gobernador de Entre Ríos también se encargó de confirmar que sus gestiones para tratar de levantar los cortes en Gualeguaychú tenían el aval del gobierno nacional. “Pidió que lo mantengamos al tanto de todo lo que pase”, dijo Busti sobre el llamado que recibió del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por la mañana y antes de emprender el imprevisto viaje al lugar del conflicto.

Otro habitual vocero del Gobierno, Aníbal Fernández, reivindicó el acuerdo al que arribaron el Presidente argentino y su par uruguayo cuando se encontraron en Chile durante asunción de Michelle Bachelet, en el marco del cual ambos mandatarios pidieron que las empresas detengan la construcción de las papeleras por 90 días y se levanten los cortes. “Hoy por hoy, ésa es la propuesta; todavía no tengo nada que me indique lo contrario de que se haya frenado (la posibilidad de negociar)”, afirmó el jefe de la cartera política, que sin embargo se negó a referirse a la persistencia del bloqueo de las rutas binacionales por parte de los manifestantes entrerrianos.