“Por lo que me dijeron los compañeros estoy convencido de que Abelardo Patti fue responsable de su desaparición”, manifestó el testigo Hugo Jaime ante los diputados de la comisión que decide el destino del represor Luis Abelardo Patti en la Cámara de Diputados. Este pintor y ex militante de la Juventud Peronista en Escobar afirmó que en esa zona hubo 46 desaparecidos y que el ex subcomisario y diputado electo tuvo que ver con esos hechos “por su metodología y accionar”. La comisión aprobó una prórroga de cinco días del período de producción de pruebas, aunque deberá tener dictamen sobre la aptitud moral de Patti para acceder a una banca antes de fines de mayo.

Esta situación refleja una previsión del presidente de la Comisión de Peticiones, Poderes y Reglamento, el kirchnerista Gerónimo Vargas Aignasse, porque no está llegando toda la prueba documental requerida. Es el caso de las copias en papel de las causas del juzgado federal de San Nicolás, en donde se tramitan los dos expedientes que más comprometen al dipu-represor: los casos Cambiasso-Pereyra Rossi y Gonçalves. Otros organismos oficiales también están demorando la entrega de material, como la Conadep.

El testigo de ayer conoció a Gastón José Gonçalves y su compañera Ana María Granada cuando militaban en Garín. “José era mi responsable en el trabajo barrial que hacíamos”, indicó Jaime. Durante su exposición fue describiendo varios casos emblemáticos de aquella época, como el asesinato de Ricardo Giménez en enero de 1976. “Su cadáver apareció con las piernas y los brazos cortados, sin testículos, quemado y con un itakazo en la cabeza”, describió. Otro caso mencionado es el del periodista Tilo Wenner, que permanece desaparecido. “En diciembre de 1975 Tilo había escrito notas sobre la huelga en la Ford y en esos días se metieron en la imprenta y rompieron todo. Tilo me contó que reconoció a Patti disfrazado de obrero y que éste le pegó una cachetada”, precisó Jaime. El testigo también dio cuenta de la desaparición de otro de sus compañeros, Enrique Tomanelli. En ese momento le preguntaron cuál es la relación entre Wenner, Giménez, Tomanelli y Gonçalves, y Jaime respondió señalando a Patti como responsable de la desaparición de todos ellos.

La diputada kirchnerista Araceli Méndez de Ferreyra, una de las impugnantes del diploma de Patti, quiso saber si Jaime había reconocido cuerpos. “Hice el servicio militar en 1977 y un bombero que conocía a José (Gonçalves) y a Victoria (como llamaban a su compañera) me dijo que habían aparecido cuatro cuerpos en el río Luján, que fueron enterrados como NN en el cementerio de Escobar. Los familiares del bombero no hicieron ninguna denuncia por temor, pero sí lo hizo una empleada de la Municipalidad de Escobar. Fue así que la Justicia ordenó la exhumación de esos cuerpos y el Equipo Argentino de Antropología Forense logró la identificación. Jaime contó que participó de ese reconocimiento. “Eran Gonçalves, Wenner, Tomanelli y la doctora Velasco. Wenner tenía una llave de la imprenta similar a la que tenía yo, y un hermano de Tomanelli reconoció sus zapatillas”, afirmó.