Cuando Norma Plá lo hizo llorar a Domingo Cavallo, hace más de doce años, todo lo que quería era una jubilación mínima de 450 pesos. La canasta básica valía por entonces menos de la mitad que en la actualidad. Tanto tiempo después, la mínima llegó a 470 pesos. Lo anunció ayer el Gobierno, junto a un incremento global para el resto de los haberes del 11 por ciento. La mejora se hará efectiva con la liquidación de junio, que contempla, además del pago de ese mes, el medio aguinaldo. Aunque todavía no se comunicó oficialmente, Página/12 pudo saber que el PAMI informará en los próximos días la renovación por un año del subsidio de 30 pesos a sus afiliados que ganan hasta 600. Este último límite podría estirarse. El beneficio vence el 30 de junio, pero ya se presupuestó su continuidad.

El aumento que anunció el Gobierno es para todos los jubilados y pensionados nacionales (reparto y componente público del régimen de AFJP), así como para los transferidos de las ex cajas provinciales, los beneficiarios de la jubilación anticipada, las pensiones no contributivas y los ex combatientes de Malvinas. El incremento es remunerativo. Esto significa que se computa para el pago del aguinaldo. Lo mismo ocurrirá con los 40 pesos de la anterior suba de la mínima, de septiembre de 2005, que hasta ahora computaban como no remunerativos. La Anses también precisó que el nuevo tope jubilatorio será de 3441 pesos, contra los 3100 previos.

El Gobierno concretó ayer lo que estuvo a punto de hacer hace treinta días. Cuando faltaba apenas un día para disponer el pago de jubilaciones de abril, la Casa Rosada ordenó a la Anses frenar la liquidación para habilitar un aumento. En ese momento, la intención era subir la mínima a 450 pesos y las demás jubilaciones un 10 por ciento. Los técnicos del organismo previsional se pasaron el fin de semana haciendo números, pero finalmente el Ejecutivo decidió esperar. Ayer, Carlos Tomada, Felisa Miceli y Sergio Massa dieron la noticia, anticipada por este diario, con el plus de que la mínima pasó de 390 a 470 pesos y que el resto de jubilaciones y pensiones ascienden 11 puntos.

El salto a 470 pesos equivale a una suba de la mínima del 20,5 por ciento. Massa, titular de la Anses, destacó que el incremento de este haber durante el actual gobierno fue del 213,3 por ciento. Esa suba tuvo como efecto secundario un achatamiento de la pirámide salarial. En 2001, el 25 por ciento de los jubilados ganaba la mínima, cuando ésta pasó a 220 pesos (en julio de 2003), la proporción se estiró al 51 por ciento. Ahora, representan el 65 por ciento. Sobre un universo de 3.318.866 personas, 2.152.881 pasan a estar encuadradas en la mínima, 846.150 ganarán entre 471 y 1000 pesos (25 por ciento) y 319.836 cobrarán más de 1000 (10 por ciento).

Este fue el noveno aumento de jubilaciones decretado por el Gobierno. Pero es recién el primero que comprende a quienes ganan más de 1000 pesos. Ese sector estuvo con sus haberes congelados desde 1992 y fue el que más sufrió los efectos de la devaluación. A su vez, quienes estaban entre la mínima y los 1000 pesos habían obtenido hasta ahora un solo ajuste del 10 por ciento, contra una inflación desde la salida del uno a uno de 80 puntos. A pesar de haber sido los más beneficiados, entre los que pasaron a ganar la mínima también se escuchan críticas justificadas: básicamente, que no es justo estar cobrando el piso de jubilaciones cuando en su vida activa aportaron para ganar más que eso.

En diálogo con Página/12, Ma- ssa respondió a ese cuestionamiento: “Igualamos para arriba, contra lo que era costumbre de igualar para abajo”. El funcionario enfatizó que “salimos de la lógica que consideraba a los jubilados como un gasto y pasamos a otra en la que son parte de la política de distribución del ingreso del Estado”. También precisó que el aumento tendrá un costo fiscal hasta fin de año de 2105 millones de pesos, que serán cubiertos con el superávit que acumuló el organismo. A pesar del incremento, Massa estimó que al 31 de diciembre próximo la Anses quedará con un excedente presupuestario “de entre 800 y 900 millones de pesos”.

En cuanto a los ex combatientes de Malvinas, su pensión honorífica pasará a 1410 pesos, contra los 1170 anteriores. Accederán a este beneficio 18.781 personas, contra los 14.550 que lo percibían en septiembre de 2005.

Un dato que permite encuadrar en qué punto se encuentran los jubilados surge de un informe oficial. La Secretaría de Política Económica realizó un análisis comparado de la asignación de recursos para el sector pasivo desde 1996 a la fecha. En aquel año, los jubilados se llevaban el equivalente a 6,5 puntos del PIB. Este año, computando el aumento de ayer, serán 6,0 puntos. Es decir, el actual gobierno no está gastando más en jubilaciones de lo que lo hacía el menemismo. Tampoco en relación al gobierno de De la Rúa. En los años 1999 y 2000 eran 6,3 puntos del PIB, y en 2001, 6,4. Claro que esos dos gobiernos propiciaron la debacle posterior, que llevó a que en 2002 fueran nada más que 5,5 puntos. Pero en 2003 fueron 5,2, en 2004 4,9 y en 2005, 4,6. El atraso era ya muy grande, hasta que el nuevo incremento volvió a niveles semejantes a los de la convertibilidad. La jubilación promedio quedó en 602,5 pesos, frente a los 522,6 anteriores.

El PAMI, por su parte, ya presupuestó el dinero necesario para continuar por otro año con el subsidio de 30 pesos a sus afiliados. Ese beneficio es actualmente para quienes cobran haberes de hasta 600 pesos, pero ese techo podría subir. El anuncio se hará en los próximos días.