Indios.El chiste fue el comentario obligado en la delegación argentina y, es de suponer, en todas las latinoamericanas. Lo sacó el Der Standar, un diario prestigioso, de tendencia progresista. En la primera viñeta se veía a Cristóbal Colón llegando a América, gritando “¡Son indios!”, confundiendo a los nativos. La otra viñeta era de 2006 y se veía un barco supuestamente latinoamericano llegando a Austria, exclamando “¡Son canguros!”. El chiste se basa en una situación que aparentemente los austríacos sufren a menudo y es que los confunden con los australianos. Pero lo curioso de la historieta era cómo se había caracterizado a la nave latinoamericana. El navegante era un revolucionario con barba que llevaba una bandera con la cara del Che Guevara y dos contenedores: uno que decía “drogas” y otro “corrupción”. “Menos mal que éste es el diario progresista”, ironizaban los argentinos.

- - -

Apellido. La guía que acompaña en sus recorridas turísticas al matrimonio Kirchner a veces se encarga de presentarlos, por ejemplo, a las autoridades de un museo, como hizo el miércoles en la casa de Mozart. Al hacerlo, la guía pronunció el apellido del presidente en alemán, idioma en el que la “ch” se transforma en una “j” suave. “Bueno, por fin van a pronunciar bien tu apellido”, celebró la primera dama.

- - -

Empresarios. Por el lobby del hotel Sacher, donde se hospeda el Presidente, se dieron una vuelta ayer algunos empresarios que hoy tendrán su propia cumbre Unión Europea-América latina, pero de hombres de negocios. Se llevará a cabo en el Palacio Belvedere y, al igual que los presidentes, se dividirán por mesas y por temas. Las conclusiones a las que lleguen serán acercadas por dos representantes al plenario de los jefes de Estado. Entre los empresarios argentinos que se acercaron a saludar a los funcionarios estuvieron el presidente de Edenor, Alejandro MacFarlane, y Santiago Soldati.

- - -

Radicales. La comitiva presidencial tiene la rareza de contar con dos radicales. Uno es el gobernador de Mendoza, Julio Cobos, quien ayer se autodescartó como posible compañero de fórmula de Kirchner en una hipotética fórmula para 2007. Sin embargo, quienes hablaron con él aseguran que la idea, lanzada a rodar hace poco, le encantó. El otro radical es el intendente de San Isidro, Gustavo Posse, quien contó que conversó con el Presidente sobre su apoyo para la próxima elección. La idea de Posse es la construcción de un “movimiento” en la provincia que vaya más allá de los partidos que se sientan identificados con Kirchner y con la idea de gestionar bien. El Presidente, de más está decir, se mostró ciento por ciento de acuerdo con la idea. “De candidaturas juro que no se habló nada”, aseguraba Posse.