Al decir de Cancillería, la cumbre de presidentes que se realizará en Córdoba el jueves y viernes próximo encontrará al Mercosur “resucitado”. Sostienen que cumplido el mandato de seis meses de presidencia pro tempore, Néstor Kirchner le pasará la posta a Luiz Inácio Lula da Silva con el bloque repotenciado luego de la incorporación de Venezuela como miembro pleno, con las nuevas perspectivas económicas y energéticas que le aportó a la región. El dato podría amplificarse si finalmente consiguen convencer a Evo Morales de dar en Córdoba el mismo paso que su amigo Hugo Chávez, un hecho por el que todos trabajan, pero que aún no está cerrado. También consideran encauzados los viejos desacuerdos entre países grandes y chicos por el funcionamiento del bloque aunque, claro, persisten las diferencias. La foto de un bloque remozado y con nuevos bríos va a quedar cruzada con la del conflicto por las papeleras dada la presencia de Tabaré Vázquez y la posibilidad latente de un diálogo con Kirchner. Por estos motivos, más la alternativa aún no descartada de que Fidel Castro también sea de la partida, prometen llevar a la cumbre cordobesa lejos de las desabridas formalidades diplomáticas.

El Mercosur se reúne cada seis meses. Los presidentes hacen un balance de lo sucedido durante el último período, fijan las metas a futuro y le ponen la firma a un documento redactado por los cancilleres. Del evento participan los cinco miembros plenos, los cinco asociados (Chile, Bolivia, Perú, Colombia y Ecuador) más los invitados de ocasión, en este caso los presidentes de México y Cuba. Habrá una reunión de los ministros el miércoles, y está previsto el arribo de los jefes de Estado durante la tarde del jueves. Esa noche se les ofrecerá una cena de honor en el histórico Palacio Ferreira y el viernes, desde temprano, se llevarán a cabo las deliberaciones entre los presidentes en el Predio Ferial, que finalizarán a la tarde con una conferencia de prensa.

Estaba previsto como uno de los platos fuertes del encuentro la formalización del ingreso de Venezuela como miembro pleno del bloque, pero a pedido de Chávez la firma se hizo la semana anterior en Caracas, ante su gente. A cambio, entonces, se podrá ver al venezolano en su debut como uno de los cinco integrantes del grupo. Un funcionario de la Cancillería argentina repasaba ayer las múltiples bondades que le encuentran al ingreso de Venezuela al bloque regional. “Es importantísimo desde lo económico, lo comercial, lo político y lo energético”, indicaba. Con su entrada, el Mercosur se amplió hasta representar el 75 por ciento del PBI de América latina. Eso servirá, entre otras cosas, para darles más fuerzas a las posturas del bloque a nivel internacional. Mencionan, por ejemplo, las negociaciones en la Organización Mundial de Comercio (OMC).

Con el ingreso de Venezuela, Brasil y la Argentina dieron una señal fuerte de reconocimiento de las asimetrías que muestran las economías de los socios menores, Uruguay y Paraguay. Desde la incorporación, estos dos países pueden vender sus productos en el creciente mercado venezolano con arancel cero, mientras que los dos socios mayores lo harán recién dentro de seis años. Las quejas de Tabaré y del paraguayo Nicanor Duarte Frutos empañaron el brillo de los últimos encuentros regionales. Este acuerdo, más la reciente creación de un fondo para ayudar a sus economías, sirvió para llevar un poco de tranquilidad a ambos presidentes. Además, Kirchner hará otro gesto de buena voluntad al viajar mañana a Asunción con buenas noticias para Duarte Frutos (ver recuadro).

Obviamente, el potencial petrolero y económico de Venezuela actuó como puntal de la recuperación mostrada por el Mercosur en los últimos meses. La ecuación cerraría mejor aún si Evo Morales aportara las reservas gasíferas de Bolivia. Pero Evo cavila sobre la conveniencia de incorporarse como miembro pleno porque no quiere descuidar su vínculo con los países andinos, centrales para la economía boliviana. “No son incompatibles. Chávez se fue de la Comunidad Andina porque quiso. Evo, si quiere, puede estar en ambos mercados”, explican en Cancillería. Si consiguen hacerle dar ese paso en Córdoba, sería el dato político del meeting.

Al compás del afianzamiento económico, la relación entre los presidentes también se solidificó en los últimos meses. En eso tuvo mucho que ver el avance en la solución de algunos problemas que arrastraban Brasil y la Argentina, y la buena relación que muestran ahora Lula y Kirchner, lejos de los enconos que los separaron en algún momento. Los jefes de Estado parecen amigotes en público. Hasta Kirchner y Tabaré se abrazaron dos veces en Caracas, en un gesto que –dicen– emocionó al uruguayo. Con el fallo de La Haya tan fresco, es indudable que la cumbre cordobesa estará impregnada del mal olor que desprende el conflicto por las papeleras.

La presencia de Tabaré será un condimento especial y los ambientalistas ya anunciaron que harán protestas en su contra. En Cancillería insisten con que “no está previsto” que ambos presidentes se sienten a dialogar sobre el asunto. Pero con la medida cautelar ya resuelta también sería extraño que Kirchner y Tabaré no buscaran una vía política al entuerto. En principio, Kirchner es de la idea de colocar a las papeleras un paraguas, de manera que contamine el resto de las relaciones bilaterales.

En rigor, entre los países que estarán representados en Córdoba se pueden contabilizar muchos problemas bilaterales. El de las papeleras es el más notorio, pero en esa tarde del viernes muchos presidentes aprovecharán para reunirse y arreglar asuntos pendientes. Uno será el del precio del gas, que seguramente tendrá atareados a Lula y a Evo. Pero también será el tema que urgirá a la chilena Michelle Bachelet, quien no acepta que la Argentina le haya trasladado a su país el aumento que le impuso Bolivia. También se mostró molesta por la decisión de aumentar las naftas a los autos extranjeros en las estaciones de servicio fronterizas. Será la primera reunión que mantenga con Kirchner con temas ríspidos en la agenda.

Pero Venezuela y Bolivia, las papeleras y el precio del gas, todo eso seguramente quedará para la opinión pública en un segundo plano si finalmente Fidel Castro resuelve volar a Córdoba. El veterano líder –quien el mes que viene cumplirá 80 años– está saliendo poco y nada de la isla, pero la avanzada de miembros de su seguridad y de la inteligencia cubana que están en Córdoba trabajan como si su visita fuera un hecho.