Jue 17.08.2006

EL PAíS  › LA HERMANA DEL PRESIDENTE PIDIO LICENCIA EN EL SENADO PARA VOLVER A ASUMIR COMO MINISTRA

Alicia en el país de las margaritas

La Senadora reasumirá hoy en Desarrollo Social, al frente de una estructura de referentes –“las margaritas”– que nunca dejó del todo. La intención es imprimirle un perfil más alto a la cartera, previo al año electoral. Juan Carlos Nadalich, el actual ministro, quedará como su segundo.

› Por Diego Schurman

Un regreso cantado. Alicia Kirchner se tomó licencia en el Senado para reasumir hoy como ministra de Desarrollo Social. La hermana del Presidente tendrá la misión de imprimirle un perfil más alto a una cartera clave y de generoso presupuesto con miras al proyecto reeleccionista de su hermano Néstor. La vuelta al cargo, que siguió manejando desde las sombras, se asocia también con su propósito de convertirse en candidata a gobernadora de Santa Cruz.

Alicia asumirá con todas las pompas a las 10 en el Salón Sur de la Casa Rosada. El hasta ayer titular de la cartera, Juan Carlos Nadalich, pasará a ocupar la Secretaría de Gestión y Articulación Institucional, aunque su rótulo informal será el de viceministro.

La retención de Nadalich en el área social conlleva un mensaje: el cambio no debe leerse como un castigo por los resultados de su breve gestión, sino como un premio por haber “cuidado” el sillón de Alicia, a quien ya secundó como ministro del área social cuando Kirchner era gobernador de Santa Cruz.

Alicia propuso a Nadalich en Desarrollo Social para poder competir por una banca en el Senado. Así como un triunfo en la provincia de Buenos Aires era clave por su peso político, en Santa Cruz lo era por su valor simbólico. Por eso fue cabeza de lista de este distrito, como lo fue Cristina Kirchner en aquél. Al fin y al cabo, se trata de las dos mujeres de mayor peso en el Gobierno.

El regreso de la hermana del Presidente a la cartera que maneja un presupuesto de casi 3500 millones de pesos no tendrá en principio cambios de programas ni de jerarquías. El corazón de la política social seguirá pasando por los planes “Seguridad Alimentaria”, “Desarrollo Local y Economía Social”, “Manos a la Obra” y “Familias”. A este último se están traspasando voluntariamente los beneficiarios del Plan Jefas y Jefes de Hogar, una iniciativa que está bajo la órbita del Ministerio de Trabajo.

Dicho de otro modo: no habrá por ahora una reorientación hacia políticas universales, por lo que seguramente no se acallarán –más bien se incrementarán a medida que se acerquen los comicios– las voces que relacionan los planes con prácticas clientelares.

Las tres secretarías seguirán lideradas por Daniel Arroyo (Políticas Sociales), Carlos Castagnetto (Coordinación) y Fernando Gray (Comunicación Social). No es la única señal sobre la idea de continuidad de gestión. Ya la ministra, desde el Senado, venía realizando sus aportes para Desarrollo Social. Por ejemplo, al lograr la asignación de 100 millones de pesos extras a la cartera, para que los redistribuya entre organizaciones que, a la vez, otorgan microcréditos a personas con bajos recursos.

El proyecto se transformó en ley en tiempo record. Hay varias iniciativas de Alicia en estado parlamentario. Una de ellas, la de Emergencia de la Propiedad Comunitaria Indígena, logró media sanción ayer (ver recuadro). Otras, como la de Protección de la Maternidad y Paternidad Biológica y Adoptiva, están en comisión.

El reingreso de Alicia a Desarrollo Social no fue acompañado por una renuncia a su banca de senadora. Sencillamente pidió una licencia -otorgada ayer mismo– que reglamentariamente se extenderá hasta el próximo 28 de febrero. A partir de esa fecha, podrá renovarla o presentar su renuncia. Ya fuera del Congreso, quien tiene habilitación para tomar su lugar es Juan Bontempo, quien este año asumió como ministro de Hacienda de Santa Cruz.

Como anticipó Página/12 en abril de este año, el plan oficial es que Alicia recupere la “operatividad” de Desarrollo Social en el mayor de los sentidos. Y esto incluye un trabajo territorial y, en consecuencia, de contacto con la gente. Nadalich lo hacía con entusiasmo, pero, a la luz de su extremo bajo perfil, no garantizaba los mismos resultados de su antecesora-sucesora. “Alicia lleva el apellido Kir-chner. Y por más que sea reacia a realizar declaraciones, sus incursiones por el conurbano y el resto del país para llevar ayuda social nos garantizan pantalla y eso, en política, muchas veces se traduce en votos”, confesó un funcionario que supo trabajar con la hermana K.

A pesar de su alergia a la prensa, nunca hizo falta su confesión para saber que manejó desde las sombras todas y cada una de las medidas que se implementaron durante la era Nadalich. La más llamativa fue la jerarquización del ex militar sureño Sergio Berni, cuya Dirección de Asistencia Crítica se convirtió en la Subsecretaría de Abordaje Territorial. Berni es una de las columnas de Militancia Social, la estructura con la que Alicia sale a cosechar adhesiones y reclutar piqueteros.

Con una recategorización similar fue beneficiado Jorge “Huevo” Ceballos, líder de Barrios de Pie, cuya Dirección de Acción Comunitaria también se transformó meses atrás en la Subsecretaria de Educación Popular. Al igual que Berni, cuenta desde entonces con mayores recursos y poder necesario para manejarlos libremente. Eso sí, siempre para hacer lo que ordene “la ministra”, como nunca dejaron de llamar a Alicia puertas adentro.

En tanto Marcela Paola Vessve-ssian, quien estaba por encima de Berni y Ceballos, fue traspasada de la Secretaría de Gestión y Articulación Institucional –donde recayó Nadalich– a la flamante Secretaría de la Niñez, la Adolescencia y la Familia, la que en algún momento manejó Beatriz Ostrowsky de Amadeo.

El que nunca dejó para trabajar para Alicia fue Gray, quien ofició de informante y se lo veía trasladarse desde Desarrollo hacia el Senado y desde el Senado hacia Desarrollo llevando y trayendo órdenes. La hermana de Kirchner se lo retribuye a menudo posicionándolo en su carrera hacia la intendencia de Esteban Echeverría.

Otro de los cambios dispuestos fue la consensuada salida de Mariano Cascallares de la Dirección Nacional de la Juventud (Dinaju), cargo que pasó a ocupar Mariana Gras. Más cerca de los 40 que de los 30, Cascallares saltó hacia una dirección vinculada a proyectos productivos, desde donde administra de manera directa un paquete de proyectos productivos.

Alicia considera a Cascallares tropa propia y por eso lo respalda en su objetivo de convertirse en el principal referente de Almirante Brown. El combo de “Margaritos” –apodo de la tropa de Alicia Margarita Kirchner– se completa con Gray, Castagnetto y Luis Vivona, estos últimos con despliegue territorial en La Plata y Malvinas Argentinas respectivamente.

Esa reestructuración general, consolidada entre abril y mayo, amenazaba completarse con la fusión de Desarrollo Social y Salud en un megaministerio de Asuntos Sociales. Anoche señalaron que eso no sucederá y que por lo tanto no hay peligro de desplazamiento del ministro Ginés González García.

Lo que de todos modos queda a la vista es el fortalecimiento de los escuderos de Alicia y de la propia ministra. El retorno es imposible disociarlo al proyecto reeleccionista de 2007 y, por qué no, al propósito de la propia Alicia de buscar la gobernación de Santa Cruz. Se trata de una vieja aspiración que comparte con otro funcionario clave de este gobierno: el ministro de Planificación Julio De Vido. Kirchner, Néstor, dispondrá.

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