Subir por las escalinatas de Comodoro Py, tomar el ascensor y declarar frente a los funcionarios que investigan si hubo sobornos para pagar la ley de reforma laboral en el 2000 es una historia conocida para Fernando de la Rúa. Historia repetida también para quienes lo escuchan durante horas repetir su versión de los hechos. En esta ocasión la cercanía del verano lo mostró más tostado que de costumbre. Por lo demás, no hubo sorpresas. El ex presidente criticó al fiscal Federico Delgado que lo acusó por “cohecho activo”. En su tercera declaración en lo que va del año, entregó un escrito de 37 fojas en las que rechazó los dichos de Carlos “Chacho” Alvarez, Rodolfo Terragno y el arrepentido Mario “Tato” Pontaquarto. A la salida de la audiencia, uno de sus abogados, Miguel Angel Almeyra, no ocultó su escepticismo. “Pese a todas las pruebas y evidencias, será procesado”, aventuró.

Más allá de la certeza de la defensa de De la Rúa, allegados al expediente judicial que dialogaron con este diario calcularon que el probable procesamiento no ocurriría hasta fines de febrero. La causa ya tiene procesados que deberán enfrentar el juicio oral como coautores de cohecho activo. El ex ministro de Trabajo Alberto Flamarique; el ex titular de la SIDE Fernando de Santibañes; el ex jefe del bloque radical en el Senado José Genoud, y Pontaquarto son algunos de ellos. Por la figura de cohecho pasivo están acusados los senadores peronistas Augusto Alasino, Emilio Cantarero, Alberto Tell, Ricardo Branda y Remo Costanzo.

En su acusación, el fiscal Delgado afirmó que el ex presidente “compró” la ley de reforma laboral para permanecer en el gobierno ya que esta norma era una imposición del FMI para evitar la cesación de pagos. De la Rúa afirmó que eso es falso. “El acta-acuerdo deja claro que era iniciativa del gobierno no excluyendo que (a los funcionarios del organismo internacional) les pareciera buena, y que estaba en la plataforma de la Alianza”, sostuvo el ex presidente. En este punto, De la Rúa pidió la citación del ex ministro de Economía José Luis Machinea, hoy titular de la Cepal. Para el radical hubo una “mala valoración de la prueba por parte del fiscal”. No dudó en sostener que “sus dictámenes sólo reflejan criterios arbitrarios y mezquinos”. Sobre las declaraciones de Alvarez y de Terragno, quienes lo inculparon, dijo que estaban motivadas en “la necesidad de recomponer su imagen, y en el “afán de proyectarse políticamente”. A Pontaquarto lo acusó de mentir por “dinero, rencor y afán de protagonismo”.