Era el último detenido por los incidentes de la quinta de San Vicente, el 17 de octubre pasado, cuando disparó contra los sindicalistas de la Uocra “para evitar un mal mayor”. Ayer, Emilio “Madonna” Quiroz, autor de esta frase, fue liberado por la justicia penal de La Plata, que ratificó la carátula de abuso de armas y no la de tentativa de homicidio. El abogado del sindicalista, que ahora espera el juicio oral en su casa, afirmó: “Todo el mundo ha creído que Madonna es un asesino y es un hombre que actuó desesperadamente en una situación atípica”. Fuentes judiciales explicaron que Quiroz quedó libre bajo caución juratoria y que a partir de ahora deberá presentarse cada 15 días ante la delegación Lomas de Zamora del Patronato de Liberados.

“Nunca pensé en matar a nadie, por eso disparé”, afirmó Quiroz en la puerta de la comisaría primera de La Plata, luego de la decisión de la Sala III de la Cámara Penal platense. El dirigente del sindicato de camioneros dijo que no volvería a hacerlo, aunque destacó que si no hubiera intervenido en la pelea que protagonizaron su gremio y la Uocra de La Plata “estaríamos lamentando víctimas”. Según explicó, sintió que su vida corría peligro “cuando un grupo me tomó de rehén y comenzaron a golpearme”. Tras ese episodio, Quiroz relató ante la Justicia que fue hasta su auto, tomó una pistola Bersa 9 milímetros y efectuó varios disparos que impactaron en la pared y en el portón de entrada de la quinta de San Vicente.

Esa imagen fue captada por un canal de televisión y al día siguiente la fiscal penal Leyla Aguilar, que instruyó la causa, solicitó la detención de Madonna, que se presentó espontáneamente en la comisaría primera de La Plata. La fiscal le imputó en primera instancia los delitos de “tentativa de homicidio, daño calificado, intimidación pública y portación ilegal de arma”, debido a que el sindicalista tenía permiso para tenencia de la Bersa 9 mm pero no para su portación. Según el abogado defensor de Quiroz, Daniel Llermanos, el dirigente sindical efectuó los disparos “en defensa de terceros que eran agredidos por otros sindicalistas” y pidió su excarcelación. Aunque después el juez de Garantías César Melazo recaratuló la causa como “abuso de armas”, le dictó la prisión preventiva por considerar que “presentaba peligro de frustrar la acción de la Justicia”.

Además de Quiroz, en la causa habían sido detenidas otras 10 personas luego de que la fiscalía realizara una digitalización de las imágenes de los incidentes para identificar a los que habían participado. Sin embargo, todos ellos recuperaron su libertad a los pocos días, algunos porque estaban procesados por delitos que son excarcelables, otros porque ni siquiera estuvieron en el lugar. En la causa, aún permanece prófugo Marcelo Daniel Ferreyra, alias “Batata”, sindicado como uno de los que participaron junto a Quiroz de los incidentes. Ferreyra tiene antecedentes por robo calificado y robo agravado y cumplió una condena en el Penal de Olmos entre el 25 de mayo del 2002 y 12 de setiembre de 2003.

Llermanos dijo que el juicio oral, que se le realizará en La Plata una vez que la fiscal dé por cerrada la investigación, “va a dejar en claro que una imagen puede ser engañosa, porque todo el mundo vio tirar a Quiroz pero en el expediente se acreditó que lo hizo hacia una pared con fines de intimidar a sus agresores”. Para el defensor de Quiroz, algunos de los jueces que actuaron en la causa “se dejaron influenciar por las cámaras de televisión”.