“Acepto el compromiso de hacerme cargo de las ilusiones de muchos radicales que quieren reconstruir el partido y la provincia.” Con cierta solemnidad, la secretaria general de UCR, Margarita Stolbizer, oficializó –a medias, sin lanzarse todavía– su candidatura a gobernadora bonaerense. Con o sin intención, el anuncio funcionó como una respuesta a los aristas, que le habían redoblado la pulseada con la candidatura de Carlos Raimundi.

Contra la indicación de su partido –del que ya sufrió alguna amenaza de sanciones–, Stolbizer viene intentando armar un frente con diversos sectores por fuera de la fórmula que acompañará al candidato a presidente de la Coalición por Una Nación Avanzada (UNA), Roberto Lavagna, y a su delfín en la provincia, el posduhaldista Jorge Sarghini.

En el acto de 25 de Mayo, la ex diputada les volvió a apuntar a “los impresentables de la UCR que ponen en las listas electorales a sus gerentes”. En su frente, intenta sumar a los socialistas cercanos al senador Rubén Giustiniani, a algunos sectores sociales y a los aristas. El principal obstáculo con estos últimos es que le exigen su apoyo a la candidatura a presidente de Elisa Carrió. Algo que Stolbizer ya dijo que no ve posible: la dirigente quiere que el frente sea estrictamente provincial.

Mientras debate con otras fuerzas, ayer se ocupó de agrupar a los suyos: en 25 de Mayo reunió a unos veinte intendentes radicales. En su discurso, repartió dardos entre el candidato oficialista Daniel Scioli y la conducción radical de la provincia, que ya apuntó que habrá sanciones para aquellos afiliados que no apoyen la candidatura de Lavagna. La firmaron los dirigentes Ricardo Alfonsín, Leopoldo Moreau y Federico Storani.

Quizás por eso, el intendente de 25 de Mayo, Mariano Grau –el anfitrión del encuentro– aseguró que Stolbizer “no saca los pies del plato, no se va del partido”, aunque es una idea que cobra cada vez más fuerza entre sus seguidores. “Stolbizer aceptó la candidatura que tendrá que ser debatida en el marco de una coalición cívica”, sugirió Grau, en una llamativa coincidencia con Carrió.