Una pericia realizada por los bomberos de Bahía Blanca y que ayer fue incorporada a la investigación judicial estableció que el incendio que destruyó el despacho del intendente Cristian Breitenstein tuvo dos focos: uno en el escritorio y otro en uno de los sillones de la oficina del jefe comunal. El fuego arrasó con el 90 por ciento de las instalaciones y destruyó una pintura original de Benito Quinquela Martín. En el expediente se determinó que los agresores “con sus rostros cubiertos y armas largas maniataron con cintas de embalar al sereno en una cocina del subsuelo y luego incendiaron” las oficinas. Breitenstein vinculó el hecho a quienes habían sido beneficiarios de planes sociales a los que él dio de baja. “Esto debe ser obra de un sector marginal que quedó fuera de la contención del Estado y que viene tomando este tipo de actitudes”, dijo. Recordó que al asumir, en reemplazo de Rodolfo López, también kirchnerista y destituido por irregularidades, “desarticulamos un sistema clientelar”. El intendente recibió el apoyo telefónico del ministro del Interior, Aníbal Fernández, y del gobernador bonaerense, Felipe Solá, que hoy estará en Bahía Blanca para “ayudar y apoyar” a Breitenstein.