EL PAíS › IMPUTAN CON GRADO DE “SOSPECHA LEVE” A FACUNDO MACARRON POR EL CRIMEN DE SU MADRE
Los restos de piel que se utilizaron para el análisis fueron hallados en 13 puntos de la escena del crimen, incluyendo el cinturón de la bata con que fue asesinada Nora Dalmasso. Tanto para el fiscal como para los especialistas la prueba no es definitiva.
› Por Raúl Kollmann
El fiscal Javier Di Santo resolvió ayer imputar, con grado de sospecha leve, a Facundo Macarrón por el homicidio de su madre Nora Dalmasso. Le agregó la acusación de abuso sexual, aunque sin penetración, porque Nora registraba mordiscos en los pechos y otros indicios de haber sufrido una agresión sexual. El fiscal sostiene que en trece puntos de la escena del crimen –en el cinturón de la bata con la que ahorcaron a Norita, en su vulva y en la sábana de abajo– se encontraron células de la piel cuyo perfil genético se corresponde con la rama masculina de la familia Macarrón, por lo cual la primera mirada apuntó hacia Facundo. Al mismo tiempo, el fiscal agregó que hay otros elementos de interés que surgen de declaraciones, análisis telefónicos y documentales “que permiten albergar sospechas de participación” del joven, pero que estos elementos son sólo indicios, ya que la prueba genética es de rigor científico pero insuficiente. En otras palabras: lo tiene como sospechoso, pero no con evidencias contundentes que le permitan la detención. Uno de los grandes problemas que afronta el fiscal es que Facundo tiene testigos que lo vieron en la ciudad de Córdoba hasta más de las 2.30 de la mañana de aquel sábado y no tiene ninguna prueba de que haya viajado a Río Cuarto, ni de que se lo haya visto en esa ciudad, aquella madrugada.
El Ceprocor, un área de la Unidad Córdoba Ciencia, determinó el patrón genético de las células de la piel encontradas en la habitación donde mataron a Nora. De la misma manera que a los seres humanos se le cae el cabello casi en forma constante, también se caen células de la piel.
La determinación del Ceprocor obligó a descartar una hipótesis: que el patrón genético pudiera corresponder a una persona que estuvo en la habitación cuando se encontró el cuerpo ya sin vida de Dalmasso. Por ello, se le extrajo sangre a 15 personas, empezando por el fiscal mismo, y siguiendo por forenses, policías, funcionarios y todos los que estuvieron en la escena del crimen una vez descubierto el homicidio. Una de las personas que estaba en esa situación era Félix Macarrón, abuelo de Facundo y padre de Marcelo, el marido de Norita. En su resolución de ayer, el fiscal escribe textualmente: “De los estudios del Ceprocor se pudo determinar con cabal rigor científico la existencia de un haplotipo de cromosoma Y, lo que indica la presencia de perfil masculino. El haplotipo obtenido es compatible con el recuperado a partir de la muestra de sangre de Félix Macarrón”.
El fiscal sostiene entonces que el posible asesino pertenece a la rama masculina de los Macarrón, pero al no ser posible que el homicida haya sido el marido, que estaba en Punta del Este, ni el padre de éste, Félix, por tener también una coartada muy firme, su mirada e imputación se dirigió a Facundo.
Una de las mayores expertas en materia genética de la Argentina, Ana María Di Lonardo, ex titular del Banco Genético de Datos, le hizo varios apuntes a Página/12:
- “Decir que el haplotipo es compatible con el de Félix Macarrón es un dato demasiado elemental –señaló Di Lonardo–. Hay haplotipos que están en miles y miles de personas, mientras que otros son muy difíciles de encontrar”. Aparentemente, el dictamen del Ceprocor señala que el haplotipo es bastante específico de la línea masculina de los Macarrón, pero sobre eso deberá seguirse trabajando.
- Di Lonardo agregó: “Me llama la atención que no se haya podido conseguir más precisión. Por ejemplo, las autoridades no sólo tenían el perfil genético de Félix Macarrón, sino también el de Nora Dalmasso, la víctima del crimen, de quien se recogieron muestras en la autopsia. Es decir que se podría determinar si en esas células de la piel hay perfil genético tanto de la línea paterna como de la materna de Facundo. No entiendo por qué no se avanzó en eso.
- ”Las células de la piel perfectamente podrían corresponder al marido de la víctima, que estuvo conviviendo en esa casa con su mujer hasta 48 horas antes de la muerte”.
- ”Aun si las células de la piel se correspondieran con el perfil genético de Facundo, tampoco la prueba sería decisiva. El concurría algunos fines de semana a esa casa, había reformas edilicias de manera que pudo acostarse en la cama e incluso haberse puesto la bata. La prueba descripta no es definitiva para nada”.
El criminalista Raúl Torre, en cambio, sostiene que, desde el punto de vista de la investigación, tiene peso importante el hallazgo del perfil genético encontrado en lugares tan claves como el cinturón que se usó para ahorcar a Dalmasso o la propia vulva de la víctima. “No es lo mismo encontrar una huella digital en una puerta que en una pistola con la que se cometió el crimen. Ahora bien, si esa pistola estuvo siempre en la casa y el acusado la solía tocar, habrá que buscar otros elementos para confirmar la imputación. Por ejemplo, la posibilidad de que haya estado en el lugar del crimen.”
El propio fiscal califica su acusación de “sospecha insuficiente, obviamente con base objetiva” porque dice que la prueba científica es fuerte, pero que los demás elementos son sólo indicios.
Según se sabe, esos indicios son los siguientes:
- Facundo Macarrón afirma que estuvo en una reunión con jóvenes del Rotary Club y después se fue a cenar al restaurante Córdoba, con algunos de sus amigos. Allí estuvo hasta las tres la mañana, según dejó asentado en un escrito que presentó ante el fiscal. Este, en cambio, sostiene que tiene testimonios de algunos de sus amigos que dicen que no se fue a las tres, sino un rato antes.
- El segundo indicio tiene que ver con el celular de Facundo. Según el informe de la empresa operadora, el hijo de Nora tuvo el celular apagado desde las dos de la mañana hasta las cinco de la tarde de aquel sábado. Facundo afirma que no recuerda haber apagado el celular. El tema tiene su importancia porque el celular prendido permitiría determinar, por ejemplo, si Facundo se fue de Córdoba Capital hacia Río Cuarto o no.
El principal déficit que tiene el fiscal es que no puede probar que Facundo haya estado en Río Cuarto. Ese es, a la vez, el punto fuerte de la defensa. Se asienta en lo siguiente:
- Después de la cena, Facundo afirma que se fue a dormir porque al día siguiente tenía que estudiar. La defensa dice que está probado que en ningún momento de la noche sacó su auto ya que en la cochera hay una barrera que registra los horarios de entradas y salidas.
- No hay ningún testimonio, ningún dato, de que haya viajado por alguna empresa de autobuses. La averiguación la hizo el fiscal.
- Tampoco se registra el paso de su auto por las estaciones de peaje.
- No hay ningún testimonio que lo haya visto en Río Cuarto y menos todavía en Villa Golf, el barrio de la casa de sus padres.
La tía de Facundo, Silvia, reveló ayer que el joven es homosexual, tratando de demostrar así que no tiene asidero la teoría de que abusó de su madre. Además, contó que la madre conocía su inclinación sexual y que no tenía objeciones. Osvaldo Raffo, conocido psiquiatra forense, le dijo a este diario que esos datos no tienen relevancia desde el punto de vista de la investigación del crimen: “Acá la prueba pasa por determinar cómo se recogió la muestra de las células de la piel y, sobre todo, si el joven estuvo en el lugar del hecho. Me animaría a decir que la recolección de las muestras es muy dudosa, más teniendo en cuenta que ese muchacho vivía allí. Si se apoyó una toalla que él usó, perfectamente se podría haber transmitido al cuerpo de la madre o a la sábana el perfil genético”.
El fiscal Di Santo tiene un punto de partida: el haplotipo compatible con los hombres de la familia Macarrón. Necesita ahora consolidar su prueba. Es casi seguro que llamará a indagatoria a Facundo, que le pedirá la extracción de sangre y le seguirá tomando declaración a todos los que tengan algo que agregarle a sus indicios. “La sospecha insuficiente, aunque obviamente con base objetiva, autoriza a recibir la declaración del imputado. Pero, en este caso, prohíbe someterlo a una medida de prisión”, dijo el fiscal en su dictamen. O sea que aún no tiene elementos para sostener una sospecha suficiente. El panorama no es del todo optimista. Se empezó hablando de un amante, de alguien rico, de un político, que mantuvo una relación sexual consentida con Norita e incluso un juego de ahorcamiento erótico. Luego se pasó a acusar –con bastantes elementos de prueba– a un pintor que no sólo no habría mantenido una relación sexual consentida, sino que la violó. Y ahora las cosas derivan hacia un hijo que la habría abusado y matado sin que pueda exhibir algún antecedente que le dé sustento.
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