El Gobierno no calló frente a la denuncia de Mauricio Macri de que el oficialismo pretende demorar el traspaso de la policía a la ciudad de Buenos Aires. A su cruce salieron Alberto y Aníbal Fernández y lo hicieron en duros términos. “El intentó ser candidato presidencial y como descubrió que no tenía ninguna alternativa, ahora busca recuperar espacio tergiversando las palabras del Presidente”, sostuvo el jefe de Gabinete. El ministro del Interior, por su parte, acusó al jefe de Gobierno electo de querer “dejar mal parada la figura” de Néstor Kirchner.

Los Fernández reaccionaron en tándem ante la queja de Macri por el estado de la discusión sobre la transferencia de la policía a la órbita porteña. Ambos suelen actuar como voceros del Gobierno, pero este caso los tiene por protagonistas porque estuvieron presentes en la reunión que Kirchner mantuvo el pasado 27 de junio con el jefe de Gobierno electo. Fue allí –días después del triunfo electoral del empresario– donde se convino derogar antes del 15 de agosto las cláusulas de la Ley Cafiero que impiden a la ciudad tener su propio sistema de seguridad pública.

“Esta prepoteada de Macri no es lo que se acordó con el presidente Kirchner”, afirmó el jefe de Gabinete, y completó: “Si Macri hace memoria, lo que él mismo dijo en la conferencia de prensa al término de la reunión con el Presidente fue que antes del 15 de agosto iba a ser planteado un proyecto de ley que modifique la Ley Cafiero de modo que la ciudad tenga derecho a tener la propia policía y no que esté aprobada.”

El ministro del Interior también relativizó la cuestión de los plazos. Además de aclarar que “las fechas son tentativas”, explicó que “no se le puede decir al Congreso que tienen hasta el 15 de agosto” para derogar la Ley Cafiero, porque “hay 257 diputados”. También puso de relieve que se trata de “un proceso” y reiteró que “no hay que minimizarlo porque se tienen que escuchar también a las provincias”.

El jefe de Gabinete atribuyó la conferencia de Macri en el Congreso que marcó su reaparición pública en la escena política a que “está muy desorientado y recurre a lo peor de decir cosas que no son ciertas”. Fue en ese contexto su apunte de que “intentó ser candidato presidencial y como descubrió que no tenía ninguna alternativa, ahora busca recuperar espacio tergiversando las palabras del Presidente”. Fernández remarcó que esa actitud “no habla bien” del mandatario porteño electo y añadió que “si alguien falta a la palabra es Macri.”

“Si Macri es tan buen administrador, como dice, debería conseguir asignar ocho puntos de su recaudación para financiar a la policía”, prosiguió el jefe de Gabinete. Señaló al respecto que “no sería difícil porque tendría que afectar 900 millones de pesos de un presupuesto de alrededor de 10 mil”, e hizo el siguiente cálculo: “200 millones ya los tiene; faltarían 6 a 8 puntos cuando él en campaña habló de 20 por ciento”.