Néstor Ulloa, personaje estelar del caso Skanska, tendrá su segundo acto en la causa el 2 de noviembre, después de un breve descanso tras bambalinas. A sólo una semana de su declaración ante el juez Guillermo Montenegro como sospechoso de cobrar coimas en las obras de dos gasoductos, el ex gerente de Nación Fideicomisos recibió ayer otra citación. Esta vez, del juzgado penal tributario de Javier López Biscayart, que lo considera posible partícipe en la evasión fiscal de la constructora sueca. En la misma resolución, el magistrado llamó a indagatoria a 26 personas vinculadas con las empresas que le aportaron facturas truchas a la multinacional para simular gastos.

Como gerente del fideicomiso del Banco Nación, Ulloa administraba los fondos destinados a financiar obras públicas. Su relación con Skanska se debía a las tareas de ampliación en los gasoductos Norte y Sur. El juez López Biscayart tiene en su poder desde hace varios meses documentación que compromete a este ex funcionario con el meollo del escándalo: la utilización de facturas falsas por parte de la compañía sueca con el doble propósito de disimular pagos ilegales y evadir impuestos, ambos admitidos por la propia compañía en una auditoría interna.

Según dos comunicaciones internas de Skanska (un e-mail y un memo) atribuidas al ex gerente Alejandro Gerlero, Ulloa habría sido quien recomendó la contratación de la sociedad fantasma Infinti Group como proveedora de comprobantes apócrifos para manipular la contabilidad. En un correo electrónico, Gerlero le dice al auditor interno que “el contador Ulloa, del Fideicomiso de Nación”, le “sugirió que debía contratar la ingeniería a una consultora de su confianza”. En un memorando, el ex gerente comentaba también que de esa forma se podría “conseguir una aprobación fluida y sin problemas del proyecto”.

El juez López Biscayart encontró el e-mail en la computadora del auditor de Skanska Claudio Cori-zzo, el mismo que grabó a otro ex gerente, Javier Azcárate, mientras relataba minuciosamente cómo había sido toda la maniobra. Esa grabación se convirtió en el puntapié para que Montenegro llamara a indagatoria por posible cohecho a Ulloa y también al ex titular del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) Fulvio Madaro, quien debía controlar el proyecto. En el diálogo, Azcárate decía que se habían pagado comisiones de un 5 por ciento: 2 puntos para Nación Fideicomisos y 3 para el ente del gas. Ambos ex funcionarios ya fueron desplazados por decreto.

En la causa Skanska del fuero penal tributario estuvieron detenidos y fueron procesados, por evasión simple y agravada, más de diez directivos de Skanska, dos apoderados de Infinti y dos intermediarios. Aunque se trata de delitos graves, la Cámara Penal Económica dispuso las libertades, por eso el juez esta vez no detuvo a nadie. El magistrado ahora sumó las indagatorias de 26 personas vinculadas con otras 22 empresas (algunas ficticias y otras no) que ayudaron con su facturación a que Skanska inventara gastos y burlara al fisco. El desfile comenzará el 23 de octubre y los imputados declararán de a tres por día. Hacia fin de año terminaría esta pesquisa.

Ulloa, el único ex funcionario imputado por López Biscayart, es el que cierra la lista de nuevas declaraciones. La semana pasada –acompañado por sus abogados, Oscar Rabinovich y Pablo Slonimsqui– argumentó ante el juez Montenegro que, por su papel de administrador, carecía de atribuciones que le permitieran favorecer a una otra empresa en una adjudicación y negó haber recibido comisiones. Apuntó al Enargas y a las gerenciadoras de los proyectos TGS y TGN. Su escenario, a futuro, no es para nada alentador: se lo acusa de delitos severos que, en un juicio oral, podrían derivar en penas de prisión.