Las elecciones del domingo pasado tienen muchísimas lecturas, políticas, sociales, culturales.

Hoy queremos hacer una lectura optimista de éstas: es un triunfo del campo popular que la inmensa mayoría de los argentinos le hayan dicho “no” en las urnas al responsable político del asesinato de nuestro compañero Carlos Fuentealba.

Los trabajadores de la educación de todo el país junto con organizaciones sindicales, de derechos humanos, sociales, estudiantiles, culturales, hemos hecho un esfuerzo militante para que el asesinato de un maestro no quede impune. Para que “nunca más” se reprima una demanda social.

Hemos dejado al descubierto la verdadera cara de Sobisch, aquella que quería implantar “mano dura” ante los reclamos sociales. Aquella que con balas y gases “disciplinaría” las demandas justas de trabajadores.

Hemos dado una de las lecciones más importantes de los últimos años: miles de docentes de todo el país recolectaron firmas en escuelas, barrios, plazas, estaciones de trenes, fábricas. Miles de docentes nos movilizamos exigiendo Juicio y Castigo.

Aquel que se decía 100 por ciento preparado para gobernar tuvo una derrota descomunal en las urnas: sólo el 1,56 por ciento de los argentinos lo votó.

Este es un triunfo del pueblo.

Este es un mensaje a todos los gobernantes que quieran responder con represión y muerte los reclamos de cualquier sector de la sociedad.

Seguimos reclamando el desprocesamiento de miles de militantes sociales que están encausados por su lucha.

Luego de años de dictadura los argentinos no queremos más muertes por reclamar lo que creemos justo.

A siete meses del fusilamiento de nuestro compañero Carlos Fuentealba seguiremos exigiendo Juicio y Castigo a los responsables políticos, intelectuales y materiales de la brutal represión.

El 28 de octubre dimos una excelente “lección”:

“El pueblo no olvida”.

* Secretaria general y secretario de prensa de la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera).