EL PAíS › LA CAPTURA DE LOS IRANIES ACUSADOS POR EL ATAQUE A LA AMIA
La Asamblea Mundial de Interpol decidirá entre mañana y el jueves si le da prioridad o no al pedido de detención de cinco iraníes.
› Por Raúl Kollmann
La delegación iraní que participa de la Asamblea Mundial de Interpol retiró ayer el pedido de postergar hasta fines de 2008 el tratamiento de las órdenes de captura de cinco ex funcionarios imputados en el caso AMIA por el fiscal Alberto Nisman y el juez Rodolfo Canicoba Corral. De esa manera, mañana, a más tardar el jueves, la Asamblea votará si les pone un alerta roja a los pedidos de captura. En verdad, Interpol no evalúa si las pruebas son suficientes, lo cual sólo compete al juez que pide la prisión, sino que lo que toma en cuenta es si el magistrado es competente y si el trámite ha sido normal. Cuando la organización internacional de policías desestimó las alertas rojas fue porque el anterior juez, Juan José Galeano, fue destituido y, sobre todo, porque el fallo del Tribunal Oral fue lapidario con la investigación del atentado.
En fuentes iraníes había pesimismo con la Asamblea que se realiza en Marrakech. Se daba por descontado que la mayoría de los votos se inclinaría por las alertas rojas, que significa darles prioridad a las capturas, justamente porque no se evalúan pruebas, sino la formalidad del proceso. La delegación encabezada por el titular de la Policía Federal, Néstor Valleca, y el fiscal Nisman argumentará que hay un nuevo juez en el caso y renovados elementos de prueba en la pesquisa, que fueron convalidados por el magistrado.
Ayer los iraníes renunciaron a pedir la postergación del tema, algo que se iba a votar ayer mismo. No se sabe cuál fue la razón de la movida de la delegación de Teherán. Una podría ser que tenían en claro que perdían la votación por la postergación. La otra, menos probable, es que calculen que sí tienen los votos para derrotar la propuesta argentina mañana o el jueves.
De los nueve pedidos de captura originales quedan cinco en vigencia. Es que Interpol, por sus normas internas, rechazó las del ex primer ministro Alí Rafsanjani, y la del ex ministro de Relaciones Exteriores Alí Velayatti. Es que cuando se trata de figuras que fueron del primer nivel de cualquier país, se evitan las órdenes de captura por considerar que ya tendrían una influencia política en la Nación de la que se trate. En el caso de Rafsanjani y Velayatti, curiosamente se trata de dos de los dirigentes moderados más importantes de Irán, enfrentados al presidente Mahmud Ahmadinejad.
El tercer excluido del listado de órdenes de captura es el ex embajador de Irán en la Argentina Hadi Soleimanpour. Es que el diplomático fue detenido en su momento en Londres, la Justicia británica pidió que se le remitan los elementos de cargo y un juez londinense sostuvo que las pruebas eran insuficientes.
Por último, tampoco está en el listado el jefe de operaciones militares de la organización libanesa, pro iraní, Hezbollah, a la que Nisman-Canicoba Corral le adjudican la autoría del atentado. Imad Mougnieh ya tiene numerosas órdenes de captura en su contra y es una especie de fantasma que nunca pudo ser detenido, pese a que le adjudican innumerable cantidad de atentados. Es más, se dice que murió hace tiempo. En cierto sentido se lo considera una especie de Carlos “El Chacal” Iglich Ramírez, aquel venezolano que fue en una época el terrorista más famoso y más buscado de Europa. Mougnieh revista entre los más famosos y buscados de Medio Oriente.
Lo que se votará entonces el jueves será el alerta roja para cinco iraníes:
- El ex ministro de Información e Inteligencia Alí Fallahjan.
- El ex comandante de los Guardianes de la Revolución Mohsen Rezai.
- El ex comandante de la fuerza Al Quds Ahmad Vahidi
- El ex agregado cultural en Buenos Aires Mohsen Rabbani.
- El ex tercer secretario de la embajada en Buenos Aires Ahmad Asghari.
Según Nisman-Canicoba Corral, el atentado fue decidido por las máximas autoridades de Irán y se llevó a cabo a través de sus diplomáticos en la Argentina. Los hombres de Teherán niegan que hayan tenido que ver con el ataque, insisten en que detrás de la acusación están Washington y Jerusalén y afirman que toda la acusación se basa en declaraciones de opositores al régimen de los ayatolás, personas que no estaban en Irán en 1994. Nisman-Canicoba, en cambio, respaldan su acusación en esas declaraciones, en informes de inteligencia y en un entrecruzamiento de llamadas. Por ahora, Irán se ha negado a colaborar con la Justicia argentina y eso lo pone en la mira.
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