La Asamblea General de Interpol resolvió ayer ponerle el alerta roja a las órdenes de captura de cinco iraníes reclamados por el fiscal Alberto Nisman y el juez Rodolfo Canicoba Corral por su vinculación con el atentado contra la AMIA. Los votos a favor del pedido argentino fueron 78, las delegaciones que se opusieron fueron 14 y 26 las abstenciones. Esas órdenes de captura con alerta roja ya estuvieron vigentes hasta 2005, cuando Interpol resolvió bajarlas debido al lapidario fallo del Tribunal Oral contra la investigación del atentado y el proceso de destitución del juez Juan José Galeano, que fue quien ordenó las capturas. Para Canicoba Corral y el fiscal Nisman lo votado por Interpol es un aval a la pesquisa, mientras que para el agregado de Negocios de Irán en la Argentina, Mohsen Baharvand, se trató sólo de una formalidad, sin que Interpol, por carecer de facultades, se haya expedido sobre las pruebas. En los pasillos de la Asamblea, en Marrakesh, se hablaba nuevamente de la posibilidad de realizar el juicio en un tercer país, algo que ocurrió en el caso del atentado contra el avión de Panam que explotó sobre la localidad escocesa de Lockerbie.

En diálogo con Página/12, desde Marrakesh, el fiscal Nisman consideró que el voto en la Asamblea fue un aval a la investigación argentina. “Es cierto que ellos no se pronuncian sobre las pruebas, pero en cierta forma sí lo hacen. Por ejemplo, se habló de un trabajo serio de los fiscales”, relató Nisman. También Canicoba Corral se inclinó por la misma óptica: “Si bajaron las alertas rojas porque consideraron que había problemas en la investigación, ahora que las vuelven a poner están diciendo que se está trabajando bien”.

Alrededor de las órdenes de captura surgieron varias polémicas. La principal es que las pruebas contra los imputados son insuficientes y que se basan en informes de inteligencia de la SIDE argentina, la CIA y el Mossad, orientados a sostener las posiciones norteamericanas e israelíes contra Irán.

Algo de esa discusión se vio en la votación de ayer. Venezuela, por ejemplo, estuvo ausente, porque de lo contrario iba a votar con Irán. Nicaragua votó con Irán, mientras que Ecuador apoyó la postura argentina. Lo más significativo provino de Brasil. En una nota a la Cancillería, los funcionarios del vecino país le anunciaron al gobierno argentino que se abstendrían en la votación, porque lo contrario sería convalidar las sospechas que existen sobre la Triple Frontera. Lo cierto es que la relación entre Brasil e Irán siempre fue buena y, además, la investigación de Nisman-Canicoba fue coordinado desde un celular ubicado en la Triple Frontera y comprado por un sujeto de nombre bien brasileño: André Márquez. Los cinco iraníes cuyos pedidos de captura fueron convalidados ayer son:

- El ex ministro de Información e Inteligencia, Alí Fallahjan.

- El ex comandante de los Guardianes de la Revolución, Mohsen Rezai.

- El ex comandante de la fuerza Al Quds, Ahmad Vahidi

- El ex agregado cultural en Buenos Aires, Mohsen Rabbani.

- El ex tercer secretario de la embajada en Buenos Aires, Ahmad Asghari.

Además, sigue vigente el pedido de captura de Imad Moughneieh, buscado por su cargo como jefe de operaciones de Hezbollah.

A los tres primeros se les imputa haber participado de una reunión en Mashad, Irán, en la que supuestamente se decidió el atentado. Las pruebas sobre aquel cónclave sólo están respaldadas por las declaraciones de opositores al régimen iraní que ni siquiera estaban en Irán en esa época. El pedido con mayor sustento es la de Mohsen Rabbani, a quien le endilgan responsabilidad en el ataque sobre la base de un entrecruzamiento de llamadas con el teléfono de André Marquez y algunos domicilios en El Líbano, supuestamente de dirigentes de Hezbollah. Lo que sucede es que no resulta para nada fácil atribuir autorías intelectuales y materiales en un caso en el que no se sabe dónde se armó la camioneta con los explosivos, quién y cómo consiguió los explosivos, de qué manera entró al país el supuesto suicida, dónde se alojó y cómo fue realmente toda la mecánica del atentado.

En los pasillos de la Asamblea de Marrakesh se volvió a hablar ayer de la posibilidad de buscar un acuerdo argentino-iraní para hacer un juicio en un tercer país. Canicoba lo ve muy difícil, pero tal vez la votación de Interpol tenga la virtud de que Irán se vea ahora más presionado a buscar un camino de colaboración con la justicia argentina.