Los gremios del transporte anunciaron y luego suspendieron un paro conjunto para hoy en la ciudad de Buenos Aires; según aseguró Omar Viviani, secretario general de los taxistas, “existe un compromiso para suspender”, en la Legislatura porteña, el tratamiento del proyecto de ley que –siguiendo experiencias internacionales exitosas– establece un sistema de puntaje para infracciones graves, como manejar ebrio, cruzar barreras bajas o pasar semáforos en rojo. Todo empezó cuando, a la mañana, representantes de los gremios de camioneros, taxistas y colectiveros se hicieron presentes en una sesión de la Comisión de Tránsito de la Legislatura porteña, en la que estaba por firmarse el dictamen a favor del proyecto. Según varios de los diputados, los gremialistas les “advirtieron” que, si firmaban, “nos iban a ir a buscar a nuestras casas y dijeron que iba a ser peor que Cromañón”. Los diputados firmaron igual. Cuando los gremialistas salieron, activistas sindicales que los esperaban protagonizaron incidentes con la policía: hubo palos, piedras y balas de goma, con un saldo de 22 policías y cinco manifestantes heridos. Uno de los policías estaba anoche en terapia intensiva. A la tarde, los gremios declararon la huelga para hoy. Un par de horas después la levantaron, luego de una reunión entre Hugo Moyano, titular de la CGT, y el presidente Néstor Kirchner.

El despacho que aprobó ayer la Comisión de Tránsito y Transporte de la Legislatura porteña, por unanimidad, establece un “Sistema de Evaluación Permanente de Conductores”: éste incluye la adjudicación de un puntaje, por el cual “quienes cometan infracciones de manera reiterada sufrirán un descuento de puntos, pudiendo incluso perder su licencia de conducir”. La sanción se aplicará a faltas “graves y muy graves”, entre ellas: “violación de semáforo en rojo”, “exceso de velocidad”, “conducir en estado de ebriedad”, “violar barreras ferroviarias” y “utilizar teléfonos celulares mientras se conduce”. El dictamen debe pasar todavía por las comisiones de Justicia y Presupuesto.

Entretanto, decenas de activistas de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), la Federación de Camioneros y el Sindicato de Peones de Taxis se habían movilizado hacia la Legislatura. Pablo Moyano –secretario adjunto de Camioneros– y Mario Calegari –vocero de prensa de la UTA– encabezaban la marcha. Calegari sostuvo que el sistema de evaluación permanente “es una medida discriminatoria”, que “atenta contra la fuente de empleo de colectiveros, camioneros y taxistas”. Moyano afirmó que “la actividad del transporte es especial, donde no hay horario determinado, ni suficiente espacio para estacionar”, por lo cual “los recolectores de residuos se paran en doble fila”. El despacho aprobado no incluye en el descuento de puntos las infracciones por mal estacionamiento, que no se consideran graves.

Moyano y Calegari encabezaron también la delegación que entró en la Legislatura para ser escuchada por la Comisión de Tránsito. Mientras tanto, los activistas de los gremios esperaban sobre la calle Perú. Según legisladores de la comisión, Moyano y otros dirigentes gremiales habrían tenido actitudes intimidatorias ver nota aparte). Cuando el despacho fue firmado de todos modos y los dirigentes se retiraron, comenzaron los incidentes entre activistas gremiales y policías de la Guardia de infantería, apostados frente a la Legislatura. Pudo verse a activistas atacando con palos y piedras; los policías atacaron con sus bastones y en algunos casos dispararon sus armas cargadas con balas de goma.

Por lo menos 16 policías resultaron heridos, la mayoría con “politraumatismos”, según el Ministerio del Interior; anoche, según la Policía Federal, la suma se estimaba en 22. Las heridas no revestían gravedad, salvo en el caso de uno de ellos, con fuertes golpes en la cabeza, quien anoche no había recuperado el conocimiento y estaba en terapia intensiva en el Hospital Churruca.

Cinco manifestantes con politraumatismos, ninguno de gravedad, fueron atendidos en el Hospital Argerich. Uno de ellos fue alcanzado por una bala de goma. Anoche, Alberto Crescenti, titular del SAME, confirmó que “en el quirófano le sacaron una bala de goma del miembro inferior izquierdo; no fueron afectadas ni la arteria ni la vena femoral y está fuera de peligro”. Un vocero del Ministerio del Interior señaló que “la mayoría del personal policial llevaba sólo escudos y palos; algunos tenían ‘postas’ de goma para disuadir; no portaban gases lacrimógenos”.

Durante los disturbios, uno de los policías atacó en forma reiterada con su garrote a un manifestante que estaba caído. Aníbal Fernández, ministro del Interior, aseguró que el agente “ya está identificado y fue puesto en disponibilidad”.

En la tarde de ayer, luego de una reunión conjunta en la Federación de Camioneros, Calegari anunció un paro de 24 horas de “colectiveros, ferroviarios, taxistas, camioneros y portuarios” a partir de la hora 0 de hoy. Pero, antes de las 20, la medida fue dejada sin efecto. Omar Viviani, secretario general del Sindicato de Peones de Taxi, aseguró que se había logrado un “compromiso de que la ley de evaluación de conductores sea suspendida para efectuar un debate en profundidad”.

Hugo Moyano, secretario general de la CGT, concurrió a la Casa de Gobierno, donde se habría entrevistado con el presidente Néstor Kirchner con relación al paro de actividades. Moyano afirmó haber intercedido para suspender el paro, por pedido de Kirchner y del jefe de Gabinete, Alberto Fernández; según destacó, la huelga “está suspendida y no levantada”. El titular de la CGT consideró el proyecto de ley como “un cachivache” y se preguntó “qué apuro tienen” los legisladores en aprobarlo, ya que “tres de los integrantes de la Comisión de Tránsito se van en diciembre”.

Anoche, una fuente próxima al bloque del Frente para la Victoria en la Legislatura porteña afirmó que “hay voluntad de mantener abiertos los canales de diálogo con los gremialistas para encontrar la mejor salida”.

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