EL PAíS › EL GOBIERNO ESTUDIA APLICAR RETENCIONES A LA MINERIA. RESISTENCIA DE LAS EMPRESAS
La poderosa cámara minera presiona a funcionarios y legisladores para frenar la instrumentación de una escala de retenciones a las exportaciones mineras. Ganancias fabulosas contabilizan las compañías por el alza internacional de los metales.
› Por Roberto Navarro
Por segunda vez en una semana el Gobierno postergó el anuncio de implementar retenciones a las exportaciones de productos minerales. Ya el jueves pasado el lobby de las trasnacionales que manejan el sector había logrado frenar el nuevo impuesto. La Cámara Argentina de Empresarios Mineros amenaza con una catarata de juicios si el Gobierno se decide a romper con el compromiso que les da la Ley de Estabilidad Fiscal legislada en 1994, que les asegura que no serán pasibles de ningún nuevo impuesto por 30 años a partir de esa fecha. Además, presentaron una carpeta con estructuras de costos distintas a las que maneja el Gobierno para, en el caso de que igual salgan las retenciones, los aranceles a las exportaciones sean menores. Incluso anoche estuvieron reunidos con integrantes de la Comisión de Minería de Diputados para frenar las retenciones. Sin embargo, según fuentes oficiales consultadas por este diario, el Gobierno busca la manera de sacarlas “a toda costa”.
“Nosotros estamos decididos a avanzar, pero hay un problema jurídico y no vamos a hacer nada que implique una catarata de juicios”, aseguró un alto funcionario a Página/12. Pero la presión de la cámara minera, fundamentalmente con respecto al tema de la estabilidad fiscal, podría obligar a que el Ejecutivo tenga que implementar el impuesto a las exportaciones mineras vía una ley y no mediante una resolución, como estaba previsto. Incluso esa norma ya estaría redactada.
El sector cuenta hasta el momento con una situación fiscal inédita y desigual con respecto a cualquier otra actividad en el país: puede dejar el 100 por ciento de las divisas logradas por exportaciones en el exterior, pagar regalías a las provincias menores a un tres por ciento por la extracción de un recurso no renovable, recibir subsidios para la compra de combustible y desembolsos por exportaciones por puertos patagónicos, y sólo le aporta al fisco por el impuesto a las Ganancias, aunque con una alícuota menor al 35 por ciento general, ya que recibe un descuento de 5 puntos porcentuales para “cuidado del medio ambiente”.
Los precios de los principales minerales subieron un promedio del 300 por ciento en los últimos tres años. El Gobierno, basándose en la cada vez más difundida internacionalmente teoría de las ganancias sorpresivas extraordinarias, decidió que el Estado se apropie de parte de esas rentas fabulosas. En los últimos tres años el oro aumentó de 300 a 800 dólares la onza, la plata y el cobre subieron un 90 por ciento sólo en lo que va de 2007. Según datos de la Secretaría de Minería, en los últimos tres años la producción de recursos mineros pasó de 4080 a 9450 millones de pesos. Las empresas exportan el 70 por ciento de lo que producen. Así, en tres años subieron sus ventas externas de unos 1100 a 2500 millones de dólares. Este hecho generó que las empresas del sector capturaran utilidades excepcionales. El nivel extraordinario de las ganancias llevó a que las compañías del sector anunciaran en 2007 nuevas inversiones por más 8000 millones de dólares. Los principales destinatarios de las ventas externas son Japón, el Sudeste Asiático y la Unión Europea. Las principales empresas que producen son Minera Alumbrera Limited, Cerro Vanguardia, Minera del Altiplano, Compañía Minera Polimet, Compañía Minera Aguilar, Borax Argentina y Bayer. Todas de origen extranjero.
Según un informe de Minning Journal, una de las revistas especialistas en minería más importantes del mundo, Argentina se ubica en el sexto puesto en el ranking mundial de recursos mineros, en función de una superficie de más de dos millones de kilómetros cuadrados, sumamente rica en recursos minerales. La valoración del potencial en minerales metalíferos está fundada en las favorables características geológicas y metalogenéticas de los pocos depósitos en explotación y de los numerosos yacimientos en etapa de factibilidad, a lo que debe agregarse el alto porcentaje de superficie con potencial minero aún inexplorado, que se estima por lo menos en un 75 por ciento. Por esto, la medida decidida por el Gobierno, lejos de ser cortoplacista, cambia las reglas de un negocio enorme que tendrá como testigos a varias generaciones.
Aunque hasta último minuto las empresas siguen haciendo lobby sobre el Gobierno para impedir la implementación de las retenciones con la amenaza de suspender nuevas inversiones, es difícil que cumplan su palabra. Los principales países productores de minerales dieron un paso más audaz que Argentina: nacionalizaron sus recursos. Rusia, el principal productor de oro del mundo, estatizó la producción, lo mismo hizo Evo Morales en Bolivia y Hugo Chávez en Venezuela. En este último caso, realiza asociaciones parciales con algunas empresas privadas. Brasil cuenta desde hace décadas con su empresa, Vale do Rio Doce, que explota en forma mixta con capital privado la minería. Chile tiene su empresa estatal Corporación del Cobre.
Los minerales que representan la mayor parte del producto son cobre, oro, litio, triturados pétreos, piedra caliza y boratos. Aunque la distribución geográfica de los yacimientos es homogénea, la producción se concentra en doce provincias. Catamarca es la jurisdicción con mayor producción de minerales: cobre, oro y litio; seguida por Buenos Aires: rocas de aplicación, como, caliza y triturados pétreos, y Santa Cruz: oro y plata. Estas tres provincias representan en conjunto el 77 por ciento del producto sectorial.
La mayor parte de los capitales prometidos para los nuevos proyectos de inversión son canadienses. El hecho no es casual. La minería es uno de los sectores productivos más contaminantes (ver aparte). En Canadá la legislación es mucho más cuidadosa que en Argentina. Pero, además, el Parlamento de ese país está trabajando en una nueva legislación aún mucho más restrictiva.
En vísperas de que se anuncie oficialmente la aplicación de retenciones mineras, los secretarios del área de Argentina y Chile, Jorge Mayoral y Marisol Aravena, firmarán hoy un acuerdo para la puesta en marcha de un nuevo proyecto de exploración de oro y cobre en la zona cordillerana de Las Flechas. La iniciativa implicará una inversión de 1500 millones de dólares y se trata de uno de los cinco proyectos incluidos en el tratado de Integración Minera Argentino-Chileno, firmado en la década pasada, y que transformó a las dos naciones en áreas muy atractivas para los capitales extranjeros. “Es resultado de un trabajo para incentivar nuevas inversiones productivas”, se entusiasmó Mayoral.
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