Pasaron las elecciones presidenciales, pasó la asunción de Cristina Fernández y, finalmente, la ex ministra de Economía Felisa Miceli será indagada hoy por la bolsa hallada en el baño de su antiguo despacho con 100 mil pesos y 31.670 dólares. Pero la ex funcionaria no será interrogada por la jueza titular de la causa, María Servini de Cubría, sino por el juez federal Norberto Oyarbide, que la reemplaza en su licencia. Por primera vez, Miceli tendrá que explicar ante la Justicia de dónde salió ese dinero y para qué era. Según el fiscal Guillermo Marijuán, los fajos de dinero que fueron hallados accidentalmente por un control de la brigada de explosivos de la Policía Federal, “llegaron” a manos de la ex ministra “por afuera de una operación financiera legal, regular y debidamente registrada”. La fiscalía aseguró tener indicios sobre el posible origen espurio del dinero y responsabilizó a la mujer de la sustracción del acta policial que se labró en el momento del descubrimiento. En su momento, la ella sostuvo que el dinero se lo había prestado su hermano para realizar una operación inmobiliaria que nunca quedó abortada. Su abogado, Carlos Cruz, dijo ayer que no faltará a tribunales ni se negará a responder preguntas.