EL PAíS
› ARSLANIAN AL FRENTE DE UNA COMISION PARA ENFRENTAR LA CRISIS DE SEGURIDAD
“El secuestro express es una moda”
Eduardo Duhalde lo convocó para encabezar una comisión de especialistas que deberá elaborar propuestas para prevenir y combatir los secuestros. En una entrevista con Página/12, Arslanian adelanta sus propuestas: un cuerpo especial de fiscales con facultades adicionales, medidas de prevención, consejos para la gente.
› Por Eduardo Videla
Por segunda vez en cinco años, fue convocado por Eduardo Duhalde. En 1997 lo llamó el gobernador para reformar la “maldita policía” Bonaerense. Hoy lo hizo el Presidente, ante la crisis de seguridad desatada por los secuestros extorsivos. León Arslanian –presidente del tribunal que juzgó a las juntas militares y ex ministro de Justicia de Carlos Menem– encabeza desde ayer una comisión de especialistas que deberá elaborar propuestas para prevenir y combatir de manera eficaz el delito de moda. “En quince días hábiles habrá un dictamen. El tema no admite más demoras”, dijo Arslanian a Página/12. Según adelantó a este diario, los ejes de la propuesta serán: crear un cuerpo especial de fiscales para investigar este tipo de delitos, con facultades adicionales para hacer más ágiles los procesos judiciales y conformar un consejo que dicte normas a la población para prevenir secuestros extorsivos. No se descarta el endurecimiento de las penas para los autores de estos delitos “pero dentro de un conjunto de medidas con eje en la prevención”. “Si mejoramos y tenemos velocidad en el juzgamiento, el efecto de impunidad va a decrecer notablemente y eso puede tener efecto disuasorio”, confió Arslanian.
–¿Cuáles son las propuestas sobre las que va a trabajar la comisión?
–Nuestra idea es trabajar en todos los ámbitos. Primero, en la inteligencia propiamente dicha, generando un ámbito donde tributen información la Policía Federal, la de la provincia de Buenos Aires, las fuerzas de seguridad y los servicios penitenciarios, para tener la mayor información posible sobre las bandas que actúan en secuestros extorsivos. Otro tema es la creación de un Consejo Nacional para la prevención del secuestro extorsivo, siguiendo de alguna manera la huella de la legislación colombiana, que en esta materia tiene una gran especialización. También se propiciarán reformas para que el juzgamiento de este tipo de delitos sea más ágil, con una instrucción muy breve por parte de los fiscales. Habrá que generar un cuerpo especializado de fiscales para que trabajen estos temas, junto con la policía, y que tendría atribuciones para ordenar escuchas telefónicas y allanamientos, lo que daría una velocidad de acción extraordinaria.
–¿Allanamientos sin necesidad de orden judicial?
–Con conocimiento judicial pero sin necesidad de la orden, porque se trataría de un procedimiento rápido. Es una idea preliminar que está para discutir.
–¿Serán fiscales nacionales o provinciales?
–Habrá que hacer un trabajo interjurisdiccional, tener grupos organizados de fiscales que puedan trabajar indistintamente. Hacer convenios con la provincia de Buenos Aires, como primera medida.
–¿Cuál es su diagnóstico sobre la causa del crecimiento de los secuestros extorsivos?
–Manejamos ciertas ideas que vamos a tener que chequear muy bien. Por un lado, tenemos la hipótesis de que el auge de esta modalidad delictiva tiene que ver con las dificultades que existen para llevar a cabo otras, como por ejemplo las salideras bancarias. El fenómeno del corralito ha producido en la Argentina una modificación del equilibrio ecológico en materia delictual. Hay un corrimiento muy fuerte hacia otro tipo de actividades: antes, la salidera bancaria permitía el apoderamiento de sumas de 1000 o 2000 pesos de una manera sencilla, con nula o muy poca organización. Ahora, eso ha sido reemplazado por el secuestro express. La gente tiene la plata en su casa y la manera más fácil de sacársela es mediante un secuestro express. Pero después hay organizaciones que se están complejizando en su funcionamiento, donde tenemos que trabajar sobre la hipótesis de bandas mixtas, integrada por civiles y policía.
–¿A qué atribuye la participación de policías en este tipo de delitos?
–El incremento de las bandas mixtas obedece a un proceso de desestructuración muy fuerte que ha sufrido la fuerza policial en los últimos tiempos. Esto tiene que ver, primero, con que los procesos dereforma de la policía en la provincia de Buenos Aires han tenido una sinuosidad verdaderamente importante. El abandono de la reforma ha generado cierto proceso de laxitud dentro de la fuerza. La expectativa de cambio electoral, por ejemplo, va empujando ciertos realineamientos en función de eventuales futuras jefaturas, una diáspora que tiene que ver con la pérdida de los controles.
–Usted puso el ejemplo de Colombia. ¿Argentina puede seguir ese camino?
–No estamos condenados a ser Colombia. El fenómeno allí tiene una complejidad distinta. La industria del secuestro extorsivo ha crecido notablemente, pero hay que tener en cuenta que hay organizaciones con capacidad para producir estos hechos, como los paramilitares, la guerrilla y los narcos. En la Argentina, el 90 por ciento de los hechos denotan falta de capacidad, el secuestro express prácticamente no necesita logística ni apoyo, ninguna forma de organización. Argentina dista mucho de llegar a esta situación. Particularmente, pienso que aquí no deja de ser una moda, como lo fueron los asaltos a los taxis o la toma de rehenes, y creo que tan pronto como se modifiquen las circunstancias actuales, va a ceder. Además, hay un manejo mediático bastante preocupante, cómo se transmiten estas cosas y cómo se tematizan.
–¿Debería haber un tratamiento distinto por parte de los medios?
–Una de las cosas que vamos a tener que hacer en la comisión es conversar con los medios responsables para ver si surge alguna idea al respecto. Porque la sensación de inseguridad ha crecido notablemente, primero por la naturaleza de este tipo de hechos, pero en segundo lugar, porque es brutal la agresión informativa sobre estos hechos: primero el chico que desaparece, después cuando aparece, al otro día la madre que llora y luego durante semanas enteras, las investigaciones... Hay una instalación muy fuerte de este fenómeno en los medios que transmite intranquilidad.
–Pero los medios no pueden ocultar la información.
–Por eso digo que se necesita una estrategia de comunicación distinta.
–Si los delincuentes han decidido dedicarse al secuestro no es porque las noticias salen en los diarios o en televisión.
–Cuidado, hay una efecto imitativo terrible en materia de delitos. Esto está muy estudiado: cuando hace irrupción fuerte algún tipo de delito y esto tiene una difusión importante, hay una acción imitativa muy grande y se produce un fuerte deslizamiento hacia ese tipo de delitos. Como ocurría con la toma de rehenes.
–¿Cree que es necesario endurecer las penas para este tipo de delito?
–No sé si sera necesario. No es poca la pena que tiene el secuestro extorsivo: de cinco a quince años de prisión, de modo que me da la sensación de que no sé si será necesario. Es una herramienta posible dentro de un conjunto de medidas que tienen que hacer más eje en la prevención que en otra cosa. Puede haber de todas formas reformas al Código Penal que no impliquen aumentos de penas, que tienen consecuencias muy fuertes, como por ejemplo el decomiso de la casa donde estuvo el secuestrado. El delincuente no solo pierde la libertad, sino que pierde su casa.
–¿Y la prevención por dónde pasaría?
–Por todo lo que tiene que ver con dispositivos de seguridad racionales y con un trabajo mucho más importante en materia de inteligencia, para detectar cuáles son las bandas que operan, comparar cada hecho para determinar patrones comunes. Por otro lado, si mejoramos y tenemos velocidad en el juzgamiento, el efecto de impunidad va a decrecer notablemente y eso es un contramotivo muy importante. Al mismo tiempo, hay que complementar con una campaña de difusión acerca de cuáles son las medidas que deberían adoptarse en la comunidad para que estos hechos se reduzcan. Y que hay que implementar sin aterrorizar a nadie.
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