León Arslanian fue ministro de Seguridad y Justicia bonaerense desde abril de 1998 hasta agosto de 1999, cuando renunció en forma indeclinable, en medio del fragor de la campaña electoral y los exabruptos del candidato de su partido en favor de la “mano dura”. Si bien no pudo frenar el delito, lo que vino después pareció demostrar quién tenía razón.
–Esta nueva convocatoria de Duhalde, ¿es para usted una reivindicación?
–Lo tomo como un compromiso social de mi parte. Si mis ideas pueden servir, es mi obligación ponerlas en práctica.
–Usted se ha mostrado de acuerdo con la gestión de Juan Pablo Cafiero como ministro de Seguridad en la provincia. ¿Qué sugerencia le haría?
–Le pediría que trabajemos en común, que intercambiemos información y ayudemos a hacer los diagnósticos. Y fundamentalmente, le pediría que trate de aplicar el plan trienal que armamos, que hasta tiene los proyectos redactados y quedó sin poder aplicar por la abrupta interrupción de la reforma.
–¿Cree que hay un complot, como denunció el gobernador?
–Estos hechos tienen un efecto desestabilizador y pueden tener un aprovechamiento político. Lo que no creo es que sea el resultado de una interna, como se dijo.