EL PAíS › HEBE DE BONAFINI, ANTES DEL DESEMBARCO
El próximo jueves, las Madres de Plaza de Mayo comenzarán los trabajos para abrir un centro cultural en donde funcionó el Liceo de la ESMA. En esta entrevista, Hebe de Bonafini explica sus planes y asegura que no le molestan las críticas. “Las Madres siempre pensamos distinto.”
Son más de las ocho de la noche de un viernes nublado. En su casa de La Plata, Hebe de Bonafini se despide amablemente de “los chicos” que están filmando “las cosas que hice durante el día”, algo parecido a “Un día en la vida de...”. En medio de la entrevista con Página/12, los ladridos de Matilde interrumpen el diálogo con la presidenta de Madres de Plaza de Mayo. La cocker de ocho años se pelea con el gato de los vecinos porque “en territorio de ella no quiere que entre nadie”. Bonafini habla con entusiasmo de su proyecto más inmediato: “El desembarco” en la ESMA, donde piensan “llevar vida a un lugar en el que hubo tanta muerte”. A partir del 31 de enero comenzarán el trabajo para abrir un centro cultural en el ex Liceo Naval Militar. La charla se va por las ramas, va y viene en el tiempo y cuando parece que termina había recorrido las causas por violaciones a los derechos humanos, las deudas pendientes, el caso Febres, la desaparición de López y hasta la relación con el nuevo gobierno porteño
–¿Qué van a hacer en lo que era el Liceo Naval Militar de la ESMA?
–Yo lo llamo desembarco porque es lo que siento. Un lugar tan siniestro, donde desde la fusiladora hasta ahora se prepararon las peores cabezas, los peores asesinos y torturadores como los marinos de la Escuela de Mecánica de la Armada. Hay que mostrar que ahí, en ese mismo lugar se pueden preparar jóvenes para la vida, para la pintura, para el arte, para la cultura, entonces vamos a entrar pintando flores y soles, que son la vida. Vamos a llevar vida adonde hubo tanta muerte. La vamos a ir a limpiar para que esté limpio y prolijo y también vamos a convocar a la gente para que lleve flores. El 31 de enero vamos a desembarcar y después ya vamos a empezar a preparar el centro cultural. Queremos ver si lo podemos inaugurar el 30 de abril.
–Otros organismos de derechos humanos critican la idea de modificar el predio y piensan que debe quedar intacto como Auschwitz.
–Cada uno, como es grande, puede hacer lo quiere. Hay muchos lugares, cada uno puede pedir y hacer lo que se le canta en cada lugar. Pedimos ese lugar para hacer lo que queremos las Madres porque nuestro pensamiento es diferente a todos. Nosotros no damos por muertos a nuestros hijos, no firmamos la muerte, no estamos de acuerdo con los cementerios, no estamos de acuerdo con ese monumento que se hizo al borde del río, nos parece de terror. No estamos de acuerdo con los museos si el museo no es completo. Nosotros tenemos nuestra forma de ver la vida y esa forma de ver la vida la queremos poner ahí. Por eso va a haber un centro cultural, maravilloso y espectacular, que lo va a dirigir Teresa Parodi.
–¿Cómo va a ser el centro cultural?
–Después del 4 de febrero vamos a hacer una reunión con 10 o 15 personas muy conocidas para pedirles consejo y opinión. Yo voy sumando opiniones para que sea lindo y sobre todo para que sea un gran agradecimiento al presidente Kirchner, que sin él no hubiera sido posible esto. Vamos a hacer escuelas de arte, primarias, secundarias, va a haber de todo. Por ahora un centro cultural para enseñar haciendo. Queremos que Teresa lo dirija, darle oportunidad a los que no tienen oportunidad en ningún lado y traer gente de las diferentes provincias.
–¿Cuáles son las deudas pendientes respecto de los derechos humanos?
–Los juicios hay que acelerarlos cambiando los jueces y los fiscales que no sirven porque si no los juicios van a durar 30 años más. Y hacerle caso al ex presidente o ahora a la Presidenta para que vayan a cárceles comunes, que no estén en cárceles privilegiadas. Ya, ahora. Acelerar los juicios y cambiar los jueces es una deuda grande. Parece que los jueces están atornillados, que son jueces para siempre. Hay que sacarlos con juicio político.
–¿La muerte de Febres la ve desde esa perspectiva?
–A Febres lo mataron y va a haber otro que hable y también lo van a tener que matar. No quieren que la gente hable. El iba a hablar, él lo dijo. Lo que pasa es que se van a tener que matar entre ellos porque todos saben lo que pasó. Hasta que lleguen los juicios y que no se los apriete. Lo que pasa es que tenemos que seguir llevando nosotros pruebas y testigos y uno ya está un poco cansado. Sentís que es como una burla seguir llevando testigos y papeles y papeles...
–Algunos organismos critican a la Secretaría de Derechos Humanos porque si bien se constituyó como querellante en muchas causas, siguen siendo ellos los que impulsan las medidas en Tribunales.
–Nosotros hace 30 años que llevamos papeles y testigos y juicios y cosas pero yo siempre digo: tienen que ser ellos (los represores) los que ahora digan que son inocentes. Ellos son los que tienen que comprobar que son inocentes. (Los ladridos de Matilde terminan la respuesta).
–Actualmente se denuncian violaciones a los derechos humanos, como por ejemplo la situación de los presos en las cárceles...
–Eso es terrible, terrible, terrible. Parece que es un mundo aparte, que nadie le puede meter la mano. Por más denuncias –y muy buenas– que han hecho las organizaciones, no pasa nada. Se denuncia, se habla, se dice pero queda todo ahí. Los tipos que dirigen las cárceles del Servicio Penitenciario son los dueños de la vida y de la muerte de la gente. La policía de la provincia es la peor, la que tortura, la que te pega, la que te caga a palos, la que les prende fuego, la que los mata. Las cárceles de todas las provincias son terribles. Ya vimos lo que pasó en Santiago. Ellos viven de eso, coimean, venden la droga por zapatillas por comida, por lo que venga... los meten a los presos en todo, después se llevan todo para la casa. Lo que le dan a los presos es lo que juntan del suelo. La comida que va a las cárceles es buena comida pero se la llevan ellos.
Es terrible la cantidad de gente que está procesada sin condena y queda años y años en la cárcel. Eso hasta ahora nadie le ha podido meter la mano, no se por qué. Hay que poner a alguien que tenga bastantes agallas. Faltan agallas, ¿no?
–¿Cómo es la relación con el nuevo gobierno porteño?
–En la ciudad de Buenos Aires hay gente potable y hay gente que es como el agua envenenada, pero no sé qué va a pasar. Hay gente que no nos quiere para nada, que son totalmente enemigos de las Madres. Vamos a seguir trabajando con el gobierno nacional todo lo que podamos pero todavía hay cosas que están colgadas con la ciudad. Vamos a seguir trabajando y no vamos a parar las obras.
–¿Tuvieron alguna reunión con algún funcionario de la ciudad?
–Los que conversan son los contadores, la gente que está trabajando. Pero uno tiene una especie de olfato de que no quieren saber nada, y nosotros tampoco, pero tenemos trabajos que no están terminados, como Los Piletones.
–¿Qué reflexión le merece que ya se hayan cumplido 17 meses de la desaparición de Jorge Julio López?
–Yo lo que creo es que la desaparición de Julio López, la muerte del maestro de Neuquén (Carlos Fuentealba), la muerte de Febres, son todas las deudas que tiene la Justicia con la sociedad, con todos nosotros. Hay que poner en prisión a los responsables directos y a los que mandaron a cometer el crimen o los secuestros y eso está verde.
–Pero en su momento había hecho declaraciones muy controvertidas sobre López...
–Siempre mis declaraciones causan espanto. Además, yo no hice declaraciones hice preguntas y mis preguntas vuelven loca a la gente. Pero bueno, ya está.
–Bueno, gracias por su tiempo...
–Antes que nada quiero terminar con otra cosa. Lo importante es que las Madres estamos haciendo lo que queremos hacer que es vivienda, educación, formación y el derecho a la vida.
Entrevista: Sebastián Abrevaya.
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