Eduardo Duhalde puso punto final a sus vacaciones en Pinamar y reapareció ayer en la escena pública. Habló, entre otras cosas, de la reorganización del PJ y de su decisión de mantenerse al margen de ese proceso, de la necesidad de que el radicalismo también se reorganice, de la inflación y del aumento de las jubilaciones. Pero también dijo algo con deliberada ironía que desde el Gobierno no le dejaron pasar: que le parecía “positivo” que el país tuviera un “doble comando” entre Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner porque la Presidenta “no está preparada para gobernar”. “Este país no tiene doble comando. Este país tiene una presidenta con los quilates suficientes para demostrar lo que significa gobernar la Argentina”, retrucó el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, y lo tildó de “provocador”.

La referencia de Duhalde a la capacidad de mando de Fernández de Kirchner fue tan deliberada como su aparición en los medios. El ex mandatario salió al aire en cuatro radios diferentes y en todas dijo más o menos lo mismo.

“La persona que está gobernando un país que está en dificultades serias, como el nuestro es como si fuera un señor en una computadora a la que le están entrando por todos lados problemas para resolver, problemas viejos, problemas nuevos, problemas exteriores y eso requiere un ejercicio, requiere estar preparado”, arrancó Duhalde. No fue una descripción inocente, sino el preludio de su embate contra la Presidenta. “Es obvio que no tenía esa preparación porque nunca había ocupado lugares ejecutivos”, prosiguió el ex mandatario, para luego rematar: “Si se mantiene, este doble comando va a ser positivo para el país”.

“Conociendo la experiencia de Duhalde, cuando dice una cosa de esas características, no es otra cosa que una expresión de provocación, buscando que le devuelvan la pared”, reaccionó en cuestión de horas el ministro de Justicia, un ex duhaldista emblemático –“portador sano”, según él mismo aclaraba– que el ex presidente llevó al gobierno en 2001 y que lo sobrevivió en el poder bajo el ala de Kirchner.

“Este país no tiene doble comando. Este país tiene una presidenta con los quilates suficientes para demostrar lo que significa gobernar la Argentina”, añadió Fernández para contrarrestar la idea de que la actual mandataria comparte el manejo del gobierno con Kirchner, con quien Duhalde contó no tener contacto. “Hace muchísimo que no hablo, pero le deseo suerte porque siempre decía lo que digo ahora: un fracaso de Kirchner encierra también un fracaso mío, porque fui quien puso en marcha este modelo económico que hasta ahora está dando sus frutos”, señaló.

Duhalde alertó que ese “modelo” cuya paternidad se arrogó “se puede comenzar a agrietar” como consecuencia de la inflación y expresó que el Gobierno debe “reconocer el problema”, además de “apostar al desarrollo”. “Sabemos que la inflación no es la que el Gobierno está anunciando con el Indec”, disparó y también se mostró disconforme con el aumento de las jubilaciones. “El Gobierno no puede contar plata frente a jubilados tan pobres”, se quejó.

“Kirchner seguramente va a ser el presidente del partido. Es un avance que el mayor partido político de la Argentina esté organizado”, opinó Duhalde acerca del reordenamiento del PJ encarado por Kirchner y se autoexcluyó de ese proceso: “Yo en el partido no voy a participar absolutamente para nada, tengo amigos en todos lados, pero participar no”. Lo que pidió fue que la “reorganización se haga dentro de los marcos normativos y no se lleve por delante a nadie”.

Duhalde defendió el “bipartidismo, tal vez con algún partido más porque las grandes democracias tienen pocos partidos” y manifestó que “sería de desear” que el radicalismo “inicie un proceso de recuperación”. Definió a Elisa Carrió y Ricardo López Murphy como “actores de reparto” que “aparecen siendo protagónicos” por la ausencia de figuras radicales de peso y defendió las gestiones de Daniel Scioli y Mauricio Macri. “Me parece que es injusto cuando se los ataca indiscriminadamente”, afirmó.