Carlos Reutemann siempre fue un tipo parco. Ayer tampoco dijo demasiado después de reunirse con Néstor Kirchner, pero fue suficiente para demostrar su aval a la designación del ex mandatario como titular del PJ. “Hay consenso absoluto para que sea el presidente”, declaró el ex gobernador de Santa Fe al salir de las oficinas K en Puerto Madero, donde se cruzó con el vicegobernador de la provincia de Buenos Aires, Alberto Balestrini. El segundo de Daniel Scioli fue a “ajustar los detalles” del congreso que mañana realizará el peronismo bonaerense y que será la antesala del encuentro nacional que en los primeros días de marzo consagrará a Kirchner al frente del partido.

El encuentro de Kirchner con Balestrini –quien concurrió en compañía de los intendentes Julio Pereyra (Florencio Varela) y Alberto Descalzo (Ituzaingó)– giró en torno de qué espacio darle al lavagnismo en el congreso previsto para mañana en Caseros. Con Reutemann, el ex mandatario habló de sumarlo a la reestructuración del PJ y en ese marco conversaron sobre la situación del peronismo santafesino. “Hablamos de su propuesta de organizar un partido moderno y sólido; de gente que quiera trabajar en apoyo al Gobierno”, contó el ex corredor de Formula 1 y actual senador.

En la previa a su reunión con Reutemann, desde el entorno de Kirchner dejaron trascender su inquietud por la interna del PJ santafesino prevista para mediados de este año. Conocida es la devoción de los peronistas por la unidad, pero en el caso santafesino la preocupación por las heridas que podría dejar una interna es mayor porque el peronismo debe recuperar el terreno perdido a manos del socialismo, encabezado por el gobernador Hermes Binner. En ese marco se hablaba de que Reutemann –además de integrar la mesa del PJ nacional– asumiera la conducción partidaria en su distrito y encabezara la lista de senadores en 2009, cuando concluya su mandato. En ese esquema, el actual titular del bloque K en Diputados iría por su reelección al frente de la nómina para la Cámara baja.

Reutemann no brindó precisiones al respecto, pero no dejó dudas en cuanto a su aval a Kirchner: dijo que tiene un “apoyo generalizado por todo lo que ha hecho en estos últimos años” y destacó que “estamos viviendo otra Argentina desde el período de 2003 hasta la fecha, con números que son muy buenos, como la baja de desocupación y el crecimiento de la economía”. Incluso, expuso su sorpresa por las críticas del ex presidente Eduardo Duhalde a Cristina Fernández de Kirchner, “teniendo en cuenta la situación que está viviendo la Argentina hoy, en la que todo el mundo ha visto el cambio”.

Los dichos de Duhalde también fueron motivo de comentarios en el cónclave Kirchner - Balestrini. “No entiendo cómo puede hacer estas cosas. Se equivocó y quedó en ridículo con todo el mundo”, se quejó el santacruceño. El vicegobernador bonaerense asintió e hizo el siguiente análisis: “Si le quedaba algo, con esto perdió todo”.

De todos modos, la charla entre ambos pasó por otro lado: la definición del espacio que tendrán los lavagnistas en el PJ bonaerense. Según lo conversado, mañana en Caseros hasta podría aparecer el propio Roberto Lavagna. El ex ministro de Economía no tiene domicilio en provincia, pero recibiría una “invitación especial” si todo sale bien hoy en la reunión que el eterno operador peronista Juan Carlos Mazzón ya pautó con Eduardo Camaño para definir cuántos congresales se lleva el lavagnismo.