De la interna del PJ queda poco de interna luego de que Francisco de Narváez bajó su candidatura. Permanece la amenaza de los Rodríguez Saá de presentarse para competir con Néstor Kirchner, que va preparando la lista única. Desde el Gobierno, aprovecharon la decisión de De Narváez de no competir y no participar de los congresos partidarios para esmerilarlo: a la cabeza de las críticas, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, lo trató de “desertor”. El empresario prefirió evitar los dimes y diretes con el kirchnerismo y ratificó que se mantendrá lejos de la ¿ex? interna. “Somos la tercera posición y no vamos haciendo escándalos, ni vamos entregándonos”, dijo De Narváez a Página/12.

En su entorno dejaron en claro que la frase iba dirigida tanto a Roberto Lavagna como a los Rodríguez Saá, a quienes en Unión-PRO apodaron cariñosamente “los hermanos Macana”. De Narváez se retiró de la contienda tras analizar ante propios y aliados que, si competía contra la lista K, terminaría convalidando una victoria arrasadora, que era precisamente lo que buscaba el oficialismo.

Quizá por eso le llovieron críticas al empresario: “Me hubiera gustado que haya confrontación clara y no esta suerte de abandono de la pelea. Sería muy bueno dejar en blanco y negro cómo piensa la mayoría”, dijo Alberto Fernández, mientras que el ministro de Justicia, Aníbal Fernández, consideró que no se presentó porque hubiera perdido “por una diferencia abismal, en el mejor de los casos”. También el senador José Pampuro consideró “muy difícil” armar una lista opositora. En las filas K, no parece seducir demasiado la idea de una lista única.

En la decisión de De Narváez no fue menor el peso de la sociedad que mantiene con el jefe Mauricio Macri. Si se metía de lleno en la interna, tarde o temprano hubiera arrastrado a Macri a tomar posición o tomar distancia de su aliado. Así, mientras el oficialismo cuestionaba su renuncia, el macrismo celebró su anuncio de no competir. “Es una muy buena decisión. El no comparte el proyecto de Kirchner y decidió poner todo su esfuerzo en la construcción de una alternativa”, señaló a este diario el jefe de la bancada de PRO en Diputados, Federico Pinedo.

Otro de los amigos de Macri, Ramón Puerta, tampoco parece muy convencido de competir por la conducción del PJ. Desde su agrupación, Peronismo de Pie, desmintieron cualquier acercamiento al oficialismo. “La normalización del PJ es un chiste”, definió el ex diputado Aníbal Leguizamón, mientras Puerta sigue de vacaciones.

Sí dejó abierta la posibilidad de competir el sector disidente del gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá. “El Frejuli participará de las elecciones internas del justicialismo”, aseguró el dirigente Héctor Maya, pese a que en el entorno de los hermanos puntanos continúan diciendo que no está decidido si se presentarán o no.