Desde Rosario

Dos guardaespaldas de ajustado traje y corbata no le sacan la mirada de la nuca. Nadie habla con ellos, ni siquiera su protegido, pero allí están, como un inmóvil fondo negro. Son parte de la Tropa de Operaciones Especiales de la provincia de Santa Fe y están cumpliendo con la gentileza de proteger al máximo representante estadounidense en el Congreso, el ex subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental y conocido aliado de los contras nicaragüenses Roger Noriega. El hombre de George Bush ya no es el funcionario de otros tiempos, que denunciaba antes de pensar. Los años lo convirtieron en un “analista” cauto, que piensa dos veces antes de hablar: la primera, para evitar declaraciones políticamente incorrectas y la segunda, para traducirlo a un prolijo castellano.

–¿Cómo ve la situación en Argentina?

–La Argentina se está recuperando de la crisis de una manera impresionante. Pero hay unos retos que tiene que tratar el Gobierno, hay causas de las crisis que todavía están presentes.

–¿El conflicto con el campo tiene que ver con la puja distributiva?

–Quiero hablar de ese conflicto de una forma muy cautelosa. Creo que existe voluntad y capacidad del Gobierno y del sector agrícola de buscar una solución justa que pueda asegurar el crecimiento económico del país.

–¿Las retenciones son un “impuesto distorsivo”?

–Yo soy republicano. Mi preferencia personal es que los impuestos sean los más bajos posibles. Así se asegura que la economía crece y se genera empleo. Pero también se necesita un Estado efectivo, que tenga recursos suficientes para aplicar las reglas de juego.

–¿A qué se debe el distanciamiento de Estados Unidos con Argentina?

–El gobierno de Cristina Kirchner merece una chance de empezar un nuevo capítulo, pero tiene que existir voluntad de los dos lados.

–Sin embargo, aquí existe la sensación de que fue Estados Unidos quien no abrió el diálogo, con la denuncia por la valija de Antonini Wilson.

–Lo de la valija fue una decisión del fiscal, no del gobierno. Ese caso va a ser tratado en el marco jurídico. En mi opinión, como esto está separado de las relaciones comerciales de los dos países, podríamos mantener un diálogo respetuoso.

–El fiscal dijo que el dinero de la valija era para la campaña de Cristina Kirchner.

–Hay declaraciones grabadas, pero eso no son pruebas.

–¿Cómo ve a Mauricio Macri y sus posibilidades presidenciales?

–Ahora va a tener la posibilidad de mostrar su liderazgo como alcalde (sic) de Buenos Aires y tiene una plataforma auspiciosa.

–¿Por qué Estados Unidos fue el único país que se negó a adherir completamente a la resolución de la OEA en el conflicto entre Colombia, Venezuela y Ecuador?

–Había un párrafo que no podíamos apoyar. Cualquier jurista internacional puede decir que ese párrafo es inconsistente con la Carta de la OEA y de la ONU.

–¿Qué decía ese párrafo?

–Que cualquier país no puede interferir en el territorio de otro Estado.

–¿Eso no es consistente con la noción de soberanía territorial, consignada tanto en la carta de la OEA como de la ONU?

–Sí, pero hay varias excepciones. Es complicado, pero hay varias...

–Un grupo de legisladores republicanos propuso poner a Caracas en la lista de países que apoyan al terrorismo.

–Hay que considerar las pruebas, las evidencias y la eficacia de la decisión. Me dan dudas las ideas de Chávez sobre las FARC. Según Estados Unidos y la Unión Europea, es un grupo terrorista. Chávez ha hablado de ellos como un grupo irregularidad y legítimo, con un status beligerante.

–El gobierno estadounidense y usted particularmente fueron denunciados por inmiscuirse en la política interna en América latina. ¿Qué influencia tienen ahora?

–El mundo ha cambiado. En algunos países, especialmente en Centroamérica, existen grandes lazos con nosotros. Tenemos el derecho a hablar, aunque frecuentemente no es una buena idea ser tan obvios al expresar nuestras preferencias. Lo importante es que el mundo ha cambiado y ya no estamos hablando de dictaduras, que violan sistemáticamente los derechos humanos.

–Hablando de violaciones a los derechos humanos, el centro de las críticas a Estados Unidos es Guantánamo.

–Tenemos un debate muy furioso en nuestro Congreso y hay procesos en nuestras cortes para tratar la existencia de la cárcel de Guantánamo. Está en marcha un proceso transparente y por eso está en el marco constitucional.

–¿Puede haber un retorno de los demócratas en Estados Unidos?

–Hablando francamente, este año debería ser para los demócratas, pero la competencia entre ellos es tan furiosa que hace pensar que los republicanos pueden volver a ganar la Casa Blanca. Tenemos encuestas que dicen que el 25 por ciento de los que votan a Obama lo votan a McCain si gana Clinton y viceversa.