“Si el Gobierno no corrige las retenciones móviles, no va a quedar otra que una medida de fuerza dura”, amenazó anoche Alfredo De Angeli, dirigente de Federación Agraria de Entre Ríos. Su tono coincidió con el mensaje que transmiten las cámaras agropecuarias sobre lo que está ocurriendo con “las bases”. Para hoy están previstas numerosas asambleas en el interior del país, a la espera de lo que ocurra en las negociaciones con el Poder Ejecutivo. Federación Agraria mencionó que existen más de 150 concentraciones de productores que podrían pasar a medidas de acción directa. Carbap, que nuclea a ruralistas bonaerenses y pampeanos, prepara ocho asambleas.

Otro de los dirigentes duros, como Pedro Apaolaza, presidente de Carbap, afirmó que la lectura de las entidades es que el Gobierno las quiere forzar a romper las negociaciones, a fin de cargarlas con la responsabilidad de esa situación. Al hacer esa interpretación, el dirigente terminó admitiendo lo que la semana pasada negaron sus colegas cuando fueron citados por la Justicia para explicar las consecuencias del lockout de marzo. “No volveremos a producir desabastecimiento, porque eso es lo que está esperando (Néstor) Kirchner”, indicó. “El estaría contento de que nosotros volviéramos a provocar desabastecimiento y conflicto en las rutas”, agregó. “Por eso debemos evitarlo a toda costa”, completó.

De todos modos, el vicepresidente de Federación Agraria, Pablo Orsolini, advirtió que los sectores del campo preparan “medidas de fuerza en caso de que la respuesta (de hoy) del Gobierno no sea satisfactoria”. En ese sentido, afirmó que en el país hay 150 grupos de productores a la vera de la ruta realizando volanteadas y explicando la posición del sector. El dirigente sostuvo que el Gobierno volvió a ofrecer una agenda de 20 puntos para firmar antes del 25 de mayo, en el marco del plan gubernamental por el bicentenario, y afirmó que durante la tregua sólo se pudieron acordar dos puntos, por lo cual consideró como “muy difícil” que en 20 días se puedan resolver los otros 18.

De Angeli, en tanto, fue otra vez de los más desafiantes. Coincide en esa posición con Apaolaza, dirigente de Carbap, la más conservadora de las entidades. El entrerriano comparó el esquema de retenciones con la convertibilidad, a pesar que durante el menemismo el sector rural sufrió una de sus crisis más severas y en la actualidad las explotaciones agropecuarias registran utilidades record, incluso con retenciones móviles. De Angeli sostuvo que la rentabilidad cae debido a que las retenciones reducen el precio del dólar, mientras que los insumos siguen dolarizados.

En ese sentido, De Angeli tampoco se mostró partidario del régimen de reintegros para los pequeños productores anunciado hace tres semanas, ya que dijo que “hace dos años” que el Gobierno se comprometió a pagarlos, sin que ese compromiso se haya concretado.

Carbap, en su comunicado, se quejó de “la imposibilidad del Gobierno de aceptar errores, y proceder en consecuencia a los cambios necesarios continúa impidiendo la construcción de necesarios consensos”.