Cuando todo parecía encaminarse hacia un escenario más previsible, los renovados cortocircuitos entre los productores rurales y el Gobierno reanimaron la incertidumbre y la volatilidad en el mercado. El resurgimiento del conflicto por las retenciones le puso un freno a la recuperación de los títulos y a la posibilidad de alcanzar un nuevo record a las acciones. El dólar, en tanto, cerró la semana a 3,16 pesos, aunque para eso el Banco Central debió mostrarse alerta.

Desde el primer minuto de la rueda de ayer la entidad dirigida por Martín Redrado se hizo presente en la plaza cambiaria con órdenes de venta, con el objetivo de desarticular de antemano cualquier corrida especulativa contra la divisa. No obstante, no fue hasta cerca del cierre que hizo efectiva su intervención en la plaza. El saldo fue una venta neta de 50 millones de dólares de reservas, que dejó el stock en 49.011 millones. La presencia sirvió para contrarrestar el menor ingreso de divisas de los exportadores de granos, que replicaron el malestar del sector luego de la reunión con el Gobierno. “Hoy se paró un poco la liquidación y se operó muy por debajo del promedio de la semana, pero el panorama sigue siendo tranquilo en la plaza”, resumió a Página/12 una fuente del organismo.

La fuente informó a este diario que el Banco realizó una importante inyección de fondos en el sistema bancario para reducir el costo del dinero, al recomprar 60 millones de pesos en Lebac. Asimismo, dejó sin renovar más de 100 millones de pesos en vencimiento por pases activos, lo que dio cuenta de que los bancos están bien abastecidos. El resultado fue un “call money” para operaciones hasta el lunes en 9,1 por ciento anual.

En la Bolsa porteña se operó con una leve corrección, pero con muy escaso volumen. Se negociaron apenas 47 millones de pesos. “La falta de negocios es un claro reflejo de la incertidumbre que genera el conflicto con el campo, aunque deja la puerta abierta a un acuerdo que se descuenta pueda llegarse después del lunes”, dijo a Página/12 la jefa de Research de Compañía Inversora Bursátil, Mariana de Mendiburu. El MerVal cerró el viernes con una baja de 0,6 por ciento y se ubicó en 2235 puntos, aunque en el balance de la semana recuperó 4,6 por ciento. La mayor toma de ganancias se dio en los sectores que más rebotaron tras finalizado el lockout: bancos, agro y servicios. Los retrocesos más significativos fueron para el Grupo Financiero Galicia, con 4,1, y Celulosa Argentina, con 4 por ciento. En el sector servicios, en tanto, no hubo bajas tan pronunciadas, ya que los precios se sostienen ante la especulación de un incremento de tarifas que podría llegar a autorizar el Gobierno en breve.

En el tramo de renta fija, los bonos que días atrás marcaron rebotes más importantes que las acciones tuvieron una caída más moderada. En el mercado electrónico se registraron bajas que rondaron el 2,5 por ciento. La combinación de una toma de ganancias y las noticias desalentadoras en el ámbito local llevaron a nuevas ventas que recortaron parte de las ganancias acumuladas desde el lunes. Los más perjudicados, como suele suceder en casos de incertidumbre, fueron los tramos más largos. El Discount cayó 4 por ciento, el Par cedió 3,3 y los cupones atados al PIB retrocedieron 5,3 por ciento. “La de hoy (por ayer) era una oportunidad para corregir, y abre para la otra semana una para comprar, porque después de los actos el mercado descuenta algún tipo de acuerdo. Todo dependerá del tono de los ruralistas, más allá de cuál sea el anuncio el domingo”, consideró De Mendiburu.