EL PAíS • SUBNOTA › JUAN SCHIARETTI Y JOSé MANUEL DE LA SOTA CRITICARON EL DOCUMENTO DEL PJ
El gobernador de Córdoba admitió “evidentes diferencias” con el comunicado difundido el martes. La renuncia de Busti a la presidencia del partido en Entre Ríos fue también una muestra de distanciamiento por el manejo del conflicto agropecuario.
Luego del primer comunicado en apoyo al Gobierno emitido por el Partido Justicialista bajo la conducción de Néstor Kirchner, los disidentes internos salieron a decir lo suyo. Las críticas más ácidas llegaron desde Córdoba, donde el gobernador Juan Schiaretti admitió tener “evidentes diferencias” con el documento, y su antecesor, José Manuel de la Sota, acusó sin medias tintas al actual modo de conducción del actual PJ de “estalinista”. A esto se le suma la renuncia del martes del ex mandamás entrerriano Jorge Busti a la presidencia del partido en la provincia y las movidas de ajedrez de varios jefes territoriales que juegan con diplomacia en torno del actual conflicto con las cuatro entidades rurales y no apuestan como el Gobierno quisiera. Con el documento difundido el martes, Kirchner logró su objetivo de mostrar un firme abroquelamiento de intendentes, legisladores, sindicalistas y gobernadores en torno de la figura de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, a la par, comenzaron a hacerse públicas las internas en su misma estructura.
“Si en el Partido Justicialista presidido por Néstor Kirchner no hay libertad de crítica, no hay libertad de opinión y no hay respeto a la diversidad de ideas, no vale la pena estar ahí adentro”, lanzó De la Sota, quien ayer decidió salir del silencio en el que se había refugiado. “Nunca perteneceré a un partido con componentes estalinistas y donde se lo obligue a uno a adherir a un pensamiento único”, disparó.
Antes, desde la gobernación cordobesa ya habían reconocido malestar, aunque sin tanta virulencia. El primero en manifestarlo fue el ministro de Gobierno, Carlos Caserio, quien anteayer se ausentó de la “mesa chica” convocada por Kirchner. “Tenemos una mirada y una óptica distinta sobre el tema del campo y nadie nos va a hacer cambiar porque creemos que lo que estamos haciendo es justo”, advirtió. Luego fue el turno de Schiaretti, quien reclamó “una solución ya” al conflicto y consideró que “está absolutamente claro que las retenciones deben bajar y que hay que discutir una política que permita a la Argentina aprovechar la enorme oportunidad que hoy tiene”. Sin embargo, aclaró, esto “no significa ni que estemos en contra del gobierno nacional ni que dejemos de ser peronistas. Simplemente significa defender a los que consideramos importantes para nuestra provincia y a un sector que es un ejemplo de trabajo”.
Así, la provincia se va transformando para la Casa Rosada en un hueso cada vez más duro de roer. Luego de las últimas elecciones en las que el Gobierno apoyó a Schiaretti y por colectora al ex intendente cordobés, Luis Juez, ninguno de los dos le perdonó al Ejecutivo que ante lo cerrado del resultado no interviniera a su favor. Hoy, Schiaretti y De la Sota hacen públicas sus profundas diferencias y Juez conversa fluidamente con Elisa Carrió.
Otro de los que mostró su disconformidad fue Busti, quien renunció silenciosamente a la presidencia del PJ local. “El motivo real es la falta material de tiempo para dedicarme a pleno, como quisiera, y transformar el partido en algo más que una herramienta electoral”, fue la explicación que dio. No obstante, en los pasillos de la gobernación entrerriana reconocen que detrás de la decisión se esconde otro trasfondo. Desde el inicio de la puja con las cuatro entidades ruralistas, Busti buscó una postura conciliadora. En cambio, su otrora delfín y actual gobernador Sergio Urribarri se encolumnó decididamente con el oficialismo. El momento bisagra fue hace dos semanas, cuando como uno de los cinco vicepresidentes del PJ nacional, Urribarri pidió al PJ provincial un claro pronunciamiento en torno del conflicto. Ocho de los quince integrantes del Consejo decidieron apoyarlo. Fue ahí que comenzaron a circular los rumores de la renuncia que el martes finalmente se concretó.
El gobernador de Chubut, Mario Das Neves, es otro de los que en su momento insinuó una suerte de kirchnerismo crítico al cuestionar ásperamente al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por su desempeño en las negociaciones. Incluso el martes, en pleno congreso partidario y ante la presencia del mismo Fernández, reivindicó su postura ante los medios al insistir con su “libertad de pensamiento”. El eje de sus quejas se concentra en el pobre manejo mediático que el Gobierno hizo a lo largo de todo el proceso. Sin embargo, el martes demostró que, a pesar de las diferencias, no planea quitar los pies del plato ni retacear apoyos al gobierno nacional.
Informe: Diego González.
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