Mientras la industria aceitera denunció que la prolongación de las medidas de fuerza planteada por las entidades agropecuarias “está trayendo muchísimas preocupaciones” al sector por los embarques que no se están cumpliendo, la Dirección General de Aduanas informó que intensificará las medidas de control a las exportaciones de aceites “para constatar la cantidad y calidad de la mercadería vendida, así como los valores declarados”.

El director ejecutivo de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), Alberto Rodríguez, afirmó que la prolongación del conflicto en el sector agropecuario “está trayendo muchísimas preocupaciones” en el sector oleaginoso y problemas de logística, particularmente para las exportaciones. Rodríguez manifestó que la industria enfrenta “muchos problemas logísticos con algunos embarques que no se están pudiendo cumplir”, como consecuencia de la decisión de las cuatro entidades de mantener hasta el próximo lunes, inclusive, la paralización en la comercialización de granos con destino a la exportación. A raíz de ello, observó, compradores habituales de oleaginosas y derivados producidos en la Argentina “están pidiendo cotización en Brasil”, en la búsqueda de sustitutos al incierto aprovisionamiento argentino.

Si bien señaló que “la situación del sector no es terminal”, “lo que todavía se está realizando es la tarea de completar los embarques en los casos que aún las empresas tienen mercadería en los puertos”. Según el titular de Ciara, “las fábricas de aceite todavía están trabajando, aunque esto depende mucho de la ubicación”. Las plantas aceiteras que están lejos de los puertos son las que más sufren las medidas de los productores que impiden el paso de los granos con destino a la exportación.

Por su parte, la Aduana informó sobre la aplicación de nuevas medidas de control a las exportaciones de aceite, que buscan constatar, al momento del embarque, el valor y la calidad de la mercadería exportada. Para ello, se dispuso que sobre cada partida de aceite de girasol, ya sea refinado o en bruto, se extraerán muestras correspondientes a cada embarque. Los exportadores deberán exhibir, además, copias de los contratos pactados con el comprador del exterior, acreditar la modalidad de pago y presentar los costos de producción o de adquisición mediante declaración jurada. Desde el mes pasado, la Aduana implementó un plan de tareas tendiente a reforzar la verificación de las cantidades efectivamente exportadas, pero sólo en el caso de las cargas “a granel”.

La industria aceitera está en la mira de las autoridades, no sólo por sus declaraciones aduaneras. La Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario, Oncca, denunció semanas atrás el cobro indebido de compensaciones de parte del fisco por 124 millones de pesos. El hecho denunciado se origina en liquidaciones por diferencias de precios entre valores de venta al mercado interno y los de paridad de exportación mal calculadas, error que se atribuye a funcionarios supuestamente vinculados con las empresas beneficiadas. Ahora, se espera un dictamen de la cartera de Economía antes de demandar la devolución del dinero.