Un grupo de jóvenes que recuperaron su identidad con ayuda de Abuelas de Plaza de Mayo se reunieron esta semana con el presidente de la Corte, Ricardo Lorenzetti. Habían pedido el encuentro porque, frente a la discusión sobre las pruebas de ADN, querían contarle su experiencia. Así fue como le manifestaron que si un fallo supremo pone obstáculos para establecer la identidad de quienes fueron apropiados en la dictadura, el peso de hacerse los estudios genéticos caerá sobre las espaldas de los propios chicos. Le pidieron, en definitiva, que la Corte no cierre los caminos para esclarecer si ciertos jóvenes son hijos de desaparecidos. Lorenzetti no les adelantó cómo fallarán.