Temprano, en la mañana de ayer, el gobierno porteño informó a través de su oficina de prensa que “todas las oficinas y reparticiones dependientes de esta administración funcionarán en las condiciones y horarios habituales”, a pesar de la marcha convocada por el oficialismo y del paro general que proclamó la CGT después de las 12. Esta decisión derivó en que, en muchas reparticiones del gobierno porteño, los superiores les indicaran a sus empleados que a quien fuera a la marcha se le iba a descontar el día. A pesar de esto, se vio una columna de Sutecba –el gremio que conduce el eterno Amadeo Genta– en la marcha. Anteayer, el jefe de Gobierno, Mauricio Macri, le había pedido públicamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner que suspendiera el acto. Ante la pregunta de un periodista de por qué no lo impedía, Macri respondió: “No tengo la policía para impedirlo”. No le faltaron otros métodos.