Los piquetes rurales se convirtieron en un imán para más de un activista con intereses ajenos al campo pero próximos al rechazo al Gobierno. En Gualeguaychú fue visto Ricardo “El Mono” Trillo, un conocido agente civil de Inteligencia del Ejército, mano derecha del general Osvaldo Montero, el ex jefe de Inteligencia pasado a retiro a fines del año pasado después de comprobarse operaciones en contra de la ministra de Defensa, Nilda Garré. Trillo actuaría en tándem con el teniente coronel retirado Ernesto Luchini y ambos mantendrían sólidos contactos con el general retirado Cattáneo, detenido junto a Antonio Domingo Bussi y Luciano Benjamín Menéndez. El entramado de agentes de Personal Civil de Inteligencia y militares incluiría a los coroneles Alejandro Pelizza, Julio Arroyo Arzubi y León Soria. La patota de esa tradicional mano de obra se habría ocupado de distribuir masivamente los mensajes de texto convocando al cacerolazo del lunes pasado. Los oficiales de las Fuerzas Armadas y de la Policía Federal fueron destinatarios privilegiados de ese llamado.