EL PAíS • SUBNOTA › OFICIALISTAS Y OPOSITORES HACEN LOBBY SOBRE LOS SENADORES INDECISOS
Los cálculos más cautelosos especulan con una decena de senadores que todavía dudan si votar la media sanción de Diputados al proyecto de retenciones móviles. En ese campo el kirchnerismo y la oposición juegan sus fichas.
› Por Miguel Jorquera
Oficialismo y oposición coinciden en un único objetivo: el trabajo de pinzas sobre los senadores que aún plantean dudas con la posición que adoptarán a la hora de votar a favor o en contra de las retenciones móviles. Según los distintos conteos y los pronósticos más cautelosos, la cifra no pasaría la decena y sobre ellos están puestas todas las presiones del kirchnerismo, la oposición y los ruralistas. Desde la bancada K, ya tendieron “todos los puentes” para “construir y consolidar la mayoría necesaria” –que hoy dicen contar– para ratificar sin cambios el proyecto que llega de Diputados. En tanto, toda la oposición trabaja detrás de una apuesta de máxima que consideran: conseguir la manos para rechazar el proyecto oficial y después trabajar en una alternativa común. En ese sentido coinciden desde la CC, la UCR y el peronismo anti K hasta el oficialista díscolo de Carlos Reutemann.
Todos manejan listas de diferentes formatos y un mismo contenido: los 72 senadores nacionales, acompañados de cruces, símbolos o simplemente la palabra sí o no, para identificar a quienes están de un lado u otro del proyecto oficialista sobre las retenciones móviles. Los principales popes de las entidades ruralistas también llevan encima la propia, para el mismo cálculo. Por ahora, el oficialismo está arriba en los conteos propios y extraños, pero la oposición se entusiasma con la proyección que podrían alcanzar los números hasta la hora de llegar al recinto, el próximo miércoles.
Pero hay algunos senadores que figuran en todas las listas con algún signo de duda. Ellos son los oficialistas Adriana Bortolozzi (Formosa), Elena Corregido (Chaco), Silvia Gallego (La Pampa), Ramón Saadi (Catamarca), Rubén Marín (La Pampa); los aliados como el radical K Emilio Rached (Santiago del Estero) y Horacio Lores (Neuquén); además de los opositores Carlos Salazar (Tucumán) y los aristas María Díaz y José Martínez (Tierra del Fuego). Sobre ellos están puestas todas la miradas, si otros no terminan con romper el esquema que trazan oficialistas y opositores.
Entre ellos también hay casos particulares. Los ex gobernadores de La Pampa y Catamarca, Marín y Saadi, figuran como “indecisos” en las listas de uno y otro lado, pero los oficialistas los ven con el pie de apoyo en la vereda de enfrente, mientras los opositores se los imaginan votando con el kirchnerismo. Los fueguinos estaban divididos en su postura, pero ahora ambos militan en las filas de los dudosos. Sobre el resto, las versiones son aún más cruzadas.
El oficialismo también había mirado con atención los números en las comisiones de Agricultura y Presupuesto, que deben emitir el dictamen que llegará al recinto. En Agricultura, el oficialismo no tiene problemas para encolumnar a los suyos y lograr la mayoría. En cambio, de nada sirvió la movida de ajedrez que jugó para desplazar al cordobés disidente Roberto Urquía –dueño de la aceitera General Deheza– para cambiar la correlación de fuerzas tras las deserciones de la reutemista Roxana Latorre y el ex gobernador salteño Juan Carlos Romero, quien abrió de par en par las puertas de su provincia a los pools sojeros. Ahora, el paso al costado del radical K Pablo Verani, que presentó su propio proyecto, volvió a poner al peronismo en minoría en la comisión: 7 de 15 legisladores.
Aunque el oficialismo conservaría el dictamen de minoría con más firmas. El kirchnerismo lograría 7, más la decisiva firma del presidente de la comisión, el correntino Roberto Fabián Ríos. Latorre y Verani defenderían cada uno el propio. Mientras el resto de los opositores presentarían otro con 5 firmas: los radicales Gerardo Morales (Jujuy), Ernesto Sanz (Mendoza) y Roy Nikisch (Chaco), junto a la lilita María Eugenia Estenssoro (Capital) y la bussista Delia Pinchetti (Tucumán).
Para la oposición, su preocupación no pasa por los alineamientos en las comisiones, cuya batalla daba por perdida de antemano: ha concentrado todo su trabajo en “juntar los votos para rechazar el proyecto oficial en el recinto”. El radicalismo, en especial su presidente Morales, fue el propulsor de cambiar la estrategia en el Senado. La mayoría coincidió. Los dos senadores porteños de la Coalición Cívica se plegaron y el peronismo anti K, representado por el puntano Adolfo Rodríguez Saá y la bonaerense Hilda “Chiche” Duhalde, no dudó en sumarse. Todos ellos trabajan junto a los técnicos de las entidades ruralistas de la mesa de enlace en un proyecto común.
Todos ellos hasta se alegraron cuando conocieron que Carlos Menem asistiría –según anunció “El Adolfo”– a votar por el no. “Si quiere que venga, yo no me voy a sacar una foto con él”, respondió Morales cuando PáginaI12 lo consultó si el alineamiento con el riojano no sería una mochila difícil de cargar. En tanto, el socialista Rubén Giustiniani fue el único que hasta ahora puso límites a sus alianzas: “Con Saá, Duhalde y Menem, no”, le dijo a este diario.
Los opositores confían en que la presión social que significaría la presencia de los chacareros frente al Congreso el martes, un día antes de la votación, sería decisiva para inclinar a su favor la postura de los indecisos.
Ni Hermes Binner ni Juan Schiaretti estarán hoy en el Senado para hablar ante las comisiones de Agricultura y Presupuesto, como había solicitado la Coalición Cívica. Ambos gobernadores señalaron que habían explicado su posición oportunamente en un encuentro con el vicepresidente Julio Cobos. De todas formas, ambos hablaron ayer sobre el conflicto con las entidades rurales. “Estamos gobernados por un dueto y nosotros queremos que haya un solo presidente. La construcción de un país federal no se logra con un hiperpresidencialismo sino con una comunidad que debate”, disparó Binner, quien no descartó que hubiera cambios en el proyecto del oficialismo en el Senado, lo que implicaría un escenario complicado para el oficialismo. “Ahora esperamos la decisión del Senado y si hay modificaciones, volverá a Diputados”, advirtió. “En la Legislatura están representados todos los sectores políticos del país y está ahí la posibilidad de reencontrar los caminos del consenso”, señaló el gobernador de Santa Fe, quien aseguró que está dispuesto a firmar el Pacto del Bicentenario que impulsa la presidenta Cristina Fernández de Kirchner. El socialista sostuvo que lo que salga del Congreso “es un hecho democrático y tenemos que aceptarlo como el resultado”. “Lástima que se logra después de más de cien días, crispando a todos lo sectores, pero en buena hora que se dio”, acotó. Por su parte, Schiaretti anunció su apoyo al proyecto del senador Carlos Reutemann. “Va en el sentido del proyecto que proponía Córdoba”, aseguró. El gobernador cordobés les metió presión a los senadores del oficialismo y advirtió en sintonía con los ruralistas que “el Senado tiene la oportunidad de modificar el proyecto aprobado por Diputados y solucionar definitivamente el conflicto con el campo”.
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