Un esquema posible trazado por Jorge Heuman y Alicia Montoya prevé comenzar con cinco visitas médicas en las fábricas:
- En la primera se explicarán las características del programa, se hará una ficha de salud del núcleo familiar y sus necesidades. Se tomará la presión y el peso de cada trabajador. Y se citará al sanatorio a hipertensos y excedidos de peso.
- En la segunda, se medirá la agudeza visual y ocular, para mandar a hacer anteojos en los casos necesarios y entregarlos directamente a la gente.
- En la tercera visita se evaluará la marcha del programa y se hará un chequeo de sangre, según los antecedentes recogidos.
- La cuarta cita incluirá control traumatológico y de ortopedia, con una evaluación destinada a prevenir accidentes y enfermedades profesionales.
- En la quinta visita se hará un chequeo odontológico y se darán citaciones con turno para los tratamientos que sean necesarios.
Más allá de que todo esté centralizado en la clínica de Flores, “esto no descarta la posibilidad de que ante necesidades concretas que superen al plan se derive a los trabajadores a hospitales u obras sociales con las que se pueda establecer contacto”, aclara el borrador. La propuesta incluye también un programa específico de salud para la mujer que haría hincapié en la entrega de anticonceptivos (probablemente la colocación de DIU) en forma gratuita, el control de embarazos de alto riesgo, el control ginecológico anual y la realización de actividades grupales para reforzar la prevención. Otro programa especial abordaría la salud infantil y adolescente.