EL PAíS • SUBNOTA › MACRI, SOLá Y DE NARVáEZ ACORDARON RECHAZAR EL PROYECTO OFICIAL
Pese a las diferencias internas, el espacio opositor del macrismo y el PJ disidente logró consensuar su voto negativo para el cambio del cronograma electoral propuesto por el Gobierno. Pero aún no definieron las candidaturas.
› Por Sebastian Abrevaya
Francisco de Narváez llegó casi primero. Felipe Solá, casi último. En medio, diputados de PRO, del partido macrista Recrear y peronistas que responden a los hermanos Rodríguez Saá esperaban para acompañar una foto que tenía un solo mensaje: la alianza entre Solá, Mauricio Macri y De Narváez no se rompe. Entre ayer y el domingo hubo varias reuniones que se manejaron con absoluta reserva dada la delicada situación en que los había colocado el anuncio del adelantamiento de las elecciones. Finalmente, limaron asperezas, salieron a mostrar una postura unificada y anunciaron la creación del interbloque Federal, cuyos 34 diputados votarán en contra del proyecto oficial. Más allá de este acuerdo, todavía les queda resolver la madre de todos sus problemas: quién liderará la lista de candidatos a diputados bonaerenses.
De Narváez tuvo que dar ayer una vuelta en el aire para explicar por qué cambió de opinión en 48 horas. El empresario colombiano y los diputados de PRO que se habían manifestado públicamente a favor de votar el 28 de junio terminaron adoptando la posición de Solá y otros peronistas. “Esto es absolutamente antirrepublicano”, lanzó el ex gobernador bonaerense, que ayer se puso al frente del rechazo al adelantamiento. Argumentó que la postura del interbloque “es una posición ética y de principios” ante el “atropello institucional” del Gobierno y detalló que con esta iniciativa, por un lado, la sociedad no tiene tiempo de informarse sobre las elecciones y “entrar en clima” y que, por el otro, son “coartadas” las posibilidades de los partidos de hacer internas y definir sus candidaturas. Sin embargo, el ex gobernador se encargó de aclarar que esa situación “no tiene nada que ver” con la misma decisión que horas antes había tomado el jefe de Gobierno porteño.
En representación de Macri habló el titular del bloque PRO, Federico Pinedo, quien también tuvo que dar cuenta del cambio de algunos de sus legisladores. Originalmente habían argumentado a favor de cambiar la fecha de la elección para, según dijeron, evitar que el Gobierno prolongara hasta octubre una “situación de enfrentamiento” perjudicial para el país. Sin embargo, concluyeron que para salir de esta crisis no se podía “maltratar o violar” las instituciones. “El Gobierno supedita el interés nacional a los intereses partidarios”, esgrimió ayer Pinedo, secundado por sus compañeros de bancada Paula Bertol, Eugenio Burzaco, Cinthya Hotton y Cristian Gribaudo, quien ingresó último a la conferencia, detrás del primo de su suegro, Felipe Solá.
Por el sector del ex gobernador habló el mendocino Enrique Thomas, quién leyó una carta dirigida a la presidenta Cristina Fernández en la que pedían que convoque a la “mesa del diálogo”. Antes le había tocado el turno al diputado puntano Luis Lusquiños, que anunció la conformación del interbloque cuyas autoridades serán definidas hoy. Aunque se resistieron a dar nombres, se barajaban los de Thomas, Pinedo y el propio Lusquiños, como una forma de representar a todos los sectores. “Cuanto más intenten dividirnos, más unidos vamos a estar”, sentenció el operador de los Rodríguez Saá.
De todas maneras, ninguno de los presentes negó las diferencias que salieron a la luz en los últimos días, ni las que arrastran desde el momento en que se conformó el frente. Pero el discurso de ayer describió que, a través del diálogo, lograron acercar posiciones y los que cambiaron de postura fueron convencidos por los argumentos contrarios a cambiar el cronograma electoral.
Por lo bajo, en cambio, el análisis era otro: no sólo desde el oficialismo se pusieron a hacer cuentas para ver si finalmente se votará el 28 de junio. La holgura que tendría el Gobierno hasta el momento para aprobar su iniciativa en Diputados habría facilitado el acuerdo entre las partes. Como con esta medida las chances de encabezar la lista de diputados se le reducían, Solá se mantuvo firme en contra del adelantamiento. Pero como una ruptura los perjudicaría a todos, tanto el grupo de diputados de PRO como a De Narváez se convencieron de que aún si no acompañaban el proyecto oficial, la medida sortearía de todas formas por la barrera de la Cámara baja. En el Senado, los cálculos podrían dar más ajustados pero el trío opositor no tiene prácticamente ningún peso en esa Cámara. Esa fue la hipótesis que destrabó el conflicto sobre la postura del nuevo interbloque. En diálogo con Página/12, De Narváez aseguró que deberá ser el oficialismo el que se haga cargo del proyecto y le ponga el cuerpo. Respecto de las candidaturas, el empresario multimediático volvió a depositar en Macri la definición: sostuvo que “su opinión debe ser tomada en cuenta”, ya que gobierna uno de los distritos más importantes del país.
Por primera vez, el jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, salió al cruce de la líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió. “Al final es gente que falta el respeto y agrede sistemáticamente”, dijo. Hasta ahora Macri había evitado la confrontación directa con Carrió pero las declaraciones de la chaqueña sobre un pacto entre él, Kirchner y Eduardo Duhalde terminaron por obligar al líder de PRO a responderle. Para el titular de PRO, Carrió “hace lo mismo que Néstor Kirchner, no dialoga”. Anoche, Macri sostuvo que los elogios hacia la vicejefa de gobierno, Gabriela Michetti, y las críticas hacia él son “un intento de dividir al PRO”. “Comparto con Carrió su admiración por los dirigentes que tenemos, pero el juego que hace es irrespetuoso e infantil”, dijo con ironía.
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