Mientras buena parte del PJ pasó la tarde de ayer en el congreso partidario extraordinario realizado estadio de Obras Sanitarias, los diputados menemistas –opuestos al cónclave– se entretuvieron enfrascados en una larga discusión para definir las autoridades del bloque Azul y Blanco, una suerte de momentánea escisión de la bancada oficialista. El responsable del nuevo espacio es el cordobés Oscar González. Por una cuestión de pudor, los riojanos prefirieron un discreto segundo plano.
El nuevo bloque menemista es una de las consecuencias de la encarnizada interna que disputan Menem y Duhalde. La conformación del nuevo bloque se anunció la semana pasada, y los menemistas dijeron que desde allí se librará la batalla parlamentaria contra el duhaldismo. Sin embargo, y más allá de tener el mismo adversario político, a la hora de definir quién se hará cargo de los destinos de la novel bancada la pelea entre los nuevos socios antiduhaldistas fue dura. Sucedió que los menemistas paladar negro, como son considerados los legisladores riojanos, anunciaron su determinación de autoexcluirse de los cargos a elegir. Entonces la presidencia se dirimió entre el cordobés González y el salteño Juan Manuel Urtubey. Este último no pudo quedarse con la conducción del nuevo grupo debido a que es titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, la más importante después de Presupuesto. El salteño no tiene suerte, antes de la secesión era uno de los posibles reemplazantes del renunciante Humberto Roggero.
Junto a González fue electo el riojano Ricardo Quintela como vice. La mesa de conducción estará integrada además por Roxana Bertone (Tierra del Fuego), Carlos Larreguy (Río Negro), el misionero Juan Carlos López, Roque Alvarez (Tucumán), Hugo Cettour (Entre Ríos) y Lisandro Cejas (Buenos Aires). Si bien la bancada es netamente menemista, no es menos cierto que hay algunos de sus integrantes que tienen un pie en cada sector. Este es el caso de López, quien además de ser el secretario general de bancada es un hombre que responde directamente a Ramón Puerta que, dicho sea de paso, ayer ocupó una de las sillas de la mesa de conducción del congreso partidario que lidera el duhaldismo. Algo así como un huevo en cada canasta hasta tanto se defina la interna.