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El duhaldismo “paladar negro” también busca armar la fórmula
Un grupo de dirigentes bonaerenses, algunos de ellos importantes miembros del gabinete, se reunió después del Congreso del PJ en un restorán porteño. Chiche candidata a vice o no. Las internas que no se harán. Los recelos para con Felipe Solá.
› Por Martín Piqué
Fue el martes a la noche. Apenas unas horas después de que el congreso del PJ fijara la nueva fecha de la interna peronista para el 19 de enero. Con los ecos aún resonando del encuentro en Obras Sanitarias, un grupo de funcionarios del Gobierno y dirigentes del PJ bonaerense se reunió en un restorán de Salguero al 2900. La idea era discutir la situación política y analizar las chances de los dos precandidatos ligados al duhaldismo, José Manuel de la Sota y Néstor Kirchner. El debate duró varias horas, y se concentró en Chiche Duhalde, a quien todos querrían ver como candidata a vice, para “apuntalar al candidato” que enfrente a Carlos Menem. Mientras apuraban sus platos, un secretario de Estado confirmó que la Cámara Electoral impugnará lo resuelto por la jueza Servini de Cubría. Y hasta dio de plazo una semana. “La elección interna no va a ser el 19 de enero”, adelantó el funcionario, que suele estar bien informado.
La reunión había sido preparada con antelación: varios intendentes y representantes del peronismo bonaerense –todos de la tercera sección electoral, el sur del conurbano– acordaron encontrarse después de que terminara el congreso del PJ que se realizó en el estadio de Obras. Por eso, a las nueve de la noche, dos horas después de que terminara el encuentro partidario, unos veinte dirigentes se sentaron en una mesa larga de la planta baja del restorán: estaban el secretario general de la Presidencia, José Pampuro, el presidente de la Cámara de Diputados y flamante titular del congreso del PJ, Eduardo Camaño, y unos cuantos intendentes bonaerenses.
Sentados en torno de la mesa se hallaban fieles exponentes del duhaldismo de “paladar negro”, como Osvaldo Mércuri y Baldomero “Cacho” Alvarez, acompañados del segundo de la SIDE, Oscar Rodríguez, y su esposa, la senadora Mabel Müller, que compartían la comida con viejos adversarios internos, más ligados a Felipe Solá, como Alberto Balestrini (La Matanza). También se encontraba un grupo de intendentes que se mantuvo equidistante entre el ultraduhaldismo y la tropa del gobernador: Alberto Del Negro (Ensenada) y Julio Pereyra (Florencio Varela), entre otros.
Los comensales discutieron una agenda sustancial para el futuro del peronismo: la opción entre De la Sota o Kirchner, la posibilidad de que Chiche Duhalde sea candidata a vice, las chances de Felipe Solá para ser reelecto en la provincia, los nombres de otros que aspiran a ser candidatos. Pampuro, siempre con su pipa a mano, fue uno de los que más habló. Fue él, además, quien relativizó que Chiche Duhalde pueda ser candidata a vice, acompañando a De la Sota o Kirchner:
–Chiche no quiere ser –recordó Pampuro ante la mirada atenta del resto–. Duhalde se tendría que divorciar para que sea candidata.
La senadora Müller, amiga personal de Chiche, aprovechó para colar su opinión de experta. Y ayer a la mañana, no casualmente, dijo en una entrevista radial que la primera dama podría integrar “una muy buena fórmula”. “Yo creo que no quiere ser candidata, en realidad no sé si uno después podrá convencerla de acuerdo a cómo dan las encuestas”, explicó. Pero a Müller le gustaría que Chiche acompañe a De la Sota, y no a Kirchner. Con el patagónico la separan “diferencias ideológicas” que reveló su marido durante la comida:
–Yo antes de votar a Kirchner, lo voto a Menem –desafió el ex intendente de Guernica y actual número dos de la SIDE.
En ese momento, la conversación derivó hacia la antinomia De la SotaKirchner, que está dividiendo por estos días al duhaldismo. La mayoría de los dirigentes del sur del conurbano ya optaron por el cordobés, mientras que otros miran con mejores ojos al gobernador de Santa Cruz. Mércuri y “Cacho” Alvarez, por ejemplo, reclamaron “más apoyo” para el Gallego, y reprocharon a Balestrini por no haber prestado su distrito (La Matanza, el más populoso del país) para organizar un acto a favor de De la Sota.
–Vos no lo ayudaste al Gallego –criticaron a Balestrini. –Sí, pero Curto y Quindimil tampoco lo hicieron –respondió, rápido, el matancero.
El cruce no fue más allá, porque el acuerdo Duhalde-Solá y la conformación de la agrupación “17 de Octubre” limaron un poco las diferencias. Además, Pampuro y Camaño –dos pesos pesado del Gobierno, a los que nadie les discute su influencia– se basan en las encuestas para decir que Kirchner tiene más chances. Una opción que conoce De la Sota, que hace menos de una semana criticó públicamente a Pampuro.
Después, como en las reuniones de amigos, el diálogo se concentró en una persona que estaba ausente: Solá, que quiere seguir en la gobernación por otro período. Mientras los dirigentes discutían quién debería acompañar a Felipe en la fórmula, Pampuro reconoció que el ministro de la Producción, Aníbal Fernández, competirá por ese cargo. El diálogo reveló, además, que a pesar de la tregua que ordenó Duhalde varios de sus caciques siguen actuando con recelo ante el mandatario bonaerense.
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