“Pensar que el ajuste se tiene que hacer frenando las obras que les solucionan los problemas a los vecinos y le dan trabajo a la gente es típico de la filosofía neoliberal de quienes gobernaron al país en los ’90 y nos dejaron con miles de trabajadores en la calle”, le contestó el intendente de Ituzaingó, Alberto Descalzo, al candidato a diputado por Unión-PRO Francisco de Narváez, que propuso ir a un ajuste del gasto por la obra pública. Descalzo fue sólo uno de una decena de intendentes bonaerenses que salieron a responder con dureza a los dichos del empresario, repudio al que se sumaron diputados y funcionarios oficialistas, centrales sindicales y hasta cámaras empresarias.

“Tenemos que ir a un ajuste del gasto público. Eso no necesariamente implica una devaluación. El ajuste tiene que pasar, entre otras cosas, por la obra pública”, fue la frase textual de De Narváez en la entrevista. La idea de ajustar números parando las obras rebeló a los intendentes.

“Por fin los bonaerenses comenzamos a conocer el famoso plan del candidato del PRO, dejar a la provincia sin obras, que los vecinos no puedan tener agua corriente, cloacas, hospitales, comisarías”, completó Descalzo, que también firmó el comunicado del bloque de intendentes justicialistas nucleados en la Federación Argentina de Municipios (FAM) en el que destacaron que “la obra pública no sólo dignifica a quien pone su mano de obra, sino que también mejora la calidad de vida”.

“Incluso Barack Obama señaló la obra pública como el principal camino para la reactivación de la economía”, ejemplificó el comunicado, suscripto por una docena de jefes comunales.

“De Narváez vive en otro mundo, en otro país –dijo el intendente de La Matanza, Fernando Espinoza. Los vecinos de La Matanza hace más de 30 años que estaban esperando las obras que se están concretando ahora.”

Otro de los enojados fue el jefe comunal de Lobos, Gustavo Sobrero, quien manifestó su “más enérgico repudio” a las expresiones del candidato y agregó que “se nota que no entiende nada de lo que es el país”. “Además, las obras públicas han sido el motor para mantener el empleo y la industria. Yo, como intendente de una ciudad que viene creciendo entre otras cosas gracias a esto, lo tengo que repudiar”, completó.

Por su parte, el intendente de Ensenada, Mario Secco, fue más directo al afirmar que las declaraciones de De Narváez “son para putearlo más que para repudiarlo”. “Dicen eso porque son el pasado, piensan en un proyecto hambreador para unos pocos; los liberales son así, quieren enriquecerse unos pocos a costa de hambrear al pueblo”, denunció Secco.

En la misma línea, su par de Berazategui, Juan José Mussi, dijo que los dichos “no llaman la atención”, ya que “su ideología neoliberal apunta a eso: a frenar la obra pública, que significa que no haya caminos, cloacas, agua potable, ni viviendas para la gente”.

El intendente de General Villegas, Gilberto Alegre, se sumó a la lista. “Me parece que la opinión de De Narváez es desafortunada, crea incertidumbre entre la población bonaerense”, sostuvo.

En tanto, el jefe comunal de General Pinto, Alexis Guerrera, se mostró “indignado y con mucho temor” por los dichos del empresario, y señaló que “toda la mano de obra que expulsó el campo debido a la sequía la absorbimos mediante la obra pública”. “Estoy haciendo copias del diario (donde salió publicada la entrevista con De Narváez) para repartirlas entre los vecinos”, explicó Guerrera.

El intendente de Villa Gesell, Jorge Rodríguez Erneta, también se sumó a la lista de los que salieron a repudiar los dichos del empresario. “Frenar la obra pública significa más inseguridad, más desempleo –explicó–. Lo que hizo De Narváez con estas declaraciones fue poner en evidencia su actitud conservadora.”

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