Irán acusó a la Argentina de “inmiscuirse” en sus “asuntos internos” al cuestionar la designación como ministro de Ahmad Vahidi, uno de los acusados del atentado contra la AMIA. “Las posiciones de los responsables argentinos tienen como objetivo evidente inmiscuirse en los asuntos internos de la República Islámica y condenamos firmemente estas acciones ilegales”, expresó el vocero de la cancillería iraní, Hassan Ghashghavi. El presidente de la AMIA, Guillermo Borger, salió a respaldar la posición del Gobierno. Para él, Vahidi es “una persona cuya captura está pendiente por Interpol (y eso) transciende cualquier cuestión entre países”, indicó. “Irán, antes de acusar a la Argentina, debe dar respuesta al pedido de la Justicia que fue debidamente ratificado por Interpol”. El viernes pasado, el gobierno nacional manifestó su “más enérgica condena” por la designación de Vahidi y advirtió que esa decisión es una “afrenta a la Justicia argentina y a las víctimas del brutal atentado terrorista”. Irán reaccionó. El vocero agregó que la postura argentina es resultado de “presiones, sobornos y de propaganda por parte de lobbies sionistas”, y es un “insulto a la inteligencia del pueblo argentino”.