“Le preguntaría a (Mauricio) Macri si utiliza el mismo sistema y la misma patota para desa-lojar las mesas de los bares que están en las veredas de Palermo Hollywood.” El interrogante fue pronunciado por Miguel Angel Varela, presidente de la organización social Manos Emprendedoras y uno de los últimos denunciantes de las acciones del grupo de choque PRO, denominado institucionalmente como UCEP: Unidad de Control del Espacio Público. Ayer a la tarde, ante la presencia de más de 70 personas y en conferencia de prensa, Varela, Carla Baptista, Graciela Cisneros –dos de las personas en situación de calle y pobreza que fueron golpeadas por funcionarios del gobierno porteño hace unas semanas–, el futuro legislador Francisco “Tito” Nenna y la dirigente del colectivo Cultura Abasto, María Suárez, exigieron “la disolución definitiva de la UCEP y juicio y castigo para los responsables”. También convocaron a los porteños a manifestarse mañana a las 14 frente a la Legislatura porteña, cuando el bloque PRO “intente duplicar el presupuesto para la UCEP”.

“Basta de aparatos represivos macristas.” Antes de comenzar la conferencia, un grupo de chicos decoró la sala principal del Complejo Social Manos Emprendedoras con la leyenda antirrepresiva escrita con los colores PRO: amarillo y negro. Cerca de las 18.30, en Pasco al 1300, bajo la autopista 25 de Mayo, se dieron cita varias organizaciones sociales para “frenar de una vez por todas el accionar violento de la patota de Macri”. Varela tomó el micrófono, porque al ser el “dueño de casa” ofició de moderador. Después se sucedieron las adhesiones de los que no pudieron participar de la denuncia pública: Abuelas de Plaza de Mayo, Agrupación H.I.J.O.S, la diputada porteña Liliana Parada y Proyecto Sur.

Nenna fue el primer hombre en tomar la palabra contra la UCEP. “Lo que resume al grupo de choque macrista son las consecuencias que vivimos actualmente en la ciudad de Buenos Aires: el espionaje es lo común, no sólo por Ciro James, sino como forma de política pública contra los pobres”, dijo el futuro legislador por Encuentro Popular para la Victoria. Entonces, los presentes chiflaron y abuchearon al jefe de Gobierno porteño. “Porque lo que quiere y ya viene haciendo Macri es transferir fondos a los sectores privados para sus negocios PRO y aplacar a los pobres con palos y patadas”, concluyó Nenna y hubo nuevos silbidos de la audiencia.

Después hablaron las víctimas. El 30 de septiembre último, pasada la una de la mañana, Carla y Graciela fueron violentamente golpeadas por varios integrantes del grupo de choque que depende del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño. Pese a los puños, el desalojo compulsivo no se llevó a cabo gracias a la mediación de un vecino de San Cristóbal: Varela. El hombre además tomó fotografías, filmó la golpiza y acompañó a Graciela a realizar la denuncia policial a la comisaría 18ª. Ayer, las mujeres en situación de calle y pobreza por primera vez fueron escuchadas.

Primero, Carla agradeció “a todos los vecinos que nos vienen ayudando y saben lo que es que vivamos abajo del puente”. La mujer volvió a repetir “gracias” y quedó en silencio acariciando su panza de siete meses de embarazo. Luego Graciela pidió a los presentes “hacer algo todos juntos para terminar con este atropello”. Después, también calló y hundió su cabeza entre las manos.

“No fue la primera vez que la violencia macrista estuvo bajo la autopista”, admitió Varela. Según el presidente de Manos Emprendedoras, “hace un año que a la noche escuchamos gritos y llantos. También, oímos insultos y golpes provocados por los matones de Macri: los intentamos combatir con flashes y así dejaban de pegarles, pero la última vez las luces no tuvieron efecto”.

Varela vive a media cuadra del lugar donde la “patota” PRO golpeó a las tres familias que acampaban sobre Pasco al 1300, la madrugada del 30 de septiembre “tuve que enfrentarme con los tipos porque no podía entender lo que estaba pasando –dijo Varela y se preguntó–: ¿Qué clase de hombre le pega a una mujer embarazada?”. La respuesta del vecino fue retórica y elocuente: “Hay que ser canalla para golpear pobres en la calle y de eso cobrar un sueldo”. Para finalizar la conferencia pidió “justicia y castigo para todos los que quieren hacer desaparecer la pobreza con palos y puños”.

Informe: Mariana Seghezzo.