El proyecto de modificación del Código Civil que permitiría que personas del mismo sexo puedan casarse podría ser tratado en las sesiones extraordinarias en la Cámara de Diputados, si es que el Ejecutivo finalmente decide convocarlas. La posibilidad fue planteada la semana pasada por el jefe de bloque del kirchnerismo, Agustín Rossi, a la presidenta de la Comisión de Legislación General, Vilma Ibarra, una de las autoras del proyecto. La agenda de las sesiones extraordinarias es decidida por el Poder Ejecutivo, por lo que Rossi se comprometió a consultar el tema –al que habría considerado como “prioritario”– con la presidenta Cristina Fernández.

Según pudo saber este diario, entre los diputados oficialistas y los radicales, cuyos votos son necesarios para avanzar en la media sanción, el tema generó una polémica. La mitad estaría de acuerdo con dar, como afirma el slogan de los activistas, “los mismos derechos con los mismos nombres”. La otra mitad se inclina por sancionar una unión civil ampliada, como la que rige en Uruguay, para no mezclar los tantos con la Iglesia. Vale aclarar que el casamiento, además de ser sacramento para los católicos, es una institución civil, que otorga derechos como la herencia, la pensión por fallecimiento y la posibilidad de compartir la obra social entre los cónyuges.