Contra las pretensiones del ex jefe de la Policía Metropolitana Jorge “Fino” Palacios y de la Justicia de Misiones, la Procuración General de la Nación dictaminó que la causa del espionaje debe seguir al mando del juez federal Norberto Oyarbide y señaló que no hay razones para mudarla a Posadas. Con esta definición ahora la Corte Suprema de la Nación está en condiciones de emitir un fallo para resolver la pelea de competencia, aunque no está obligada a coincidir con la propuesta del procurador.

La disputa comenzó cuando una de las secretarias judiciales imputadas por firmar las órdenes judiciales de pinchaduras ilegítimas, le pidió al juez de Posadas Fernando Verón que abriera una causa paralela. Verón aceptó el planteo, basándose precisamente en que los pedidos de escuchas salieron de dos juzgados misioneros. Oyarbide retrucó que el organismo que implementó las escuchas –la SIDE– es dependiente del Estado Nacional, que las grabaciones se hicieron desde Capital Federal sobre líneas también porteñas y que hubo una defraudación a las arcas públicas porque la central de inteligencia fue “movida a error” en base a órdenes judiciales falsas. Destacó, además, el avance de su pesquisa.

Las peleas de competencia deben ser dirimidas por el superior tribunal común a los jueces en pugna. En este caso es la Corte Suprema, que una semana atrás pidió opinión a la Procuración. El dictamen, emitido ayer, lleva la firma de Luis González Warcalde. “Corresponde a la justicia federal de esta ciudad (la porteña), donde además se consumaron las intromisiones ilegales y se habría pergeñado el espionaje, continuar con el trámite de la causa” que “debe quedar en cabeza de un único juez” más allá “de la participación delictuosa en los hechos de funcionarios o magistrados misioneros”, dice el documento, al que accedió Página/12.

Palacios también planteó la incompetencia de Oyarbide y la nulidad de todas sus actuaciones, algo que está a estudio de la Sala I Cámara Federal, que se pronunciaría el martes próximo. Es evidente que tanto el Fino como otros imputados esperan un tratamiento más piadoso en Misiones.