“Puntualmente no está acreditado dónde fueron asesinados, lo que sí está descartado es que la zanja de General Rodríguez haya sido el lugar de la ejecución”, dijo el fiscal de Mercedes, Juan Bidone, en la puerta misma de la casa de Nicolás Videla 631, entre Sarmiento y Mitre, de Quilmes Este. Se apoyaba en un informe pericial realizado por peritos de la Procuración General bonaerense. El peritaje hacía hincapié en las marcas de los cuerpos, algunas señales de que habían sido enfriados, y la determinación de que existía escasa distancia temporal entre el secuestro y las muertes. Como contrapartida, no existe aún certeza pericial de que la casa de Quilmes haya sido el lugar donde fueron asesinados, aunque sí se descuenta que estuvieron en ese lugar hasta que los celulares quedaron descargados.

Según el informe de la Procuración General, realizado poco tiempo después del hallazgo de los cadáveres, en agosto de 2008, el Triple Crimen no se cometió en el zanjón de General Rodríguez, entre otras cuestiones porque no se hallaron en el terreno “manchas hemáticas” coincidentes con el tipo de heridas provocadas. También se descartó que el hallazgo de proyectiles enterrados hubieran justificado la hipótesis de que se hubieran cometido en aquel zanjón. Según el informe, los proyectiles estaban enterrados en forma superficial, porque habrían sido pisoteados durante el hallazgo de los cadáveres. Y sugería además que algunas balas, inclusive, se habían deslizado desde las heridas, al mover los cuerpos.

Por último, se determinó la escasa distancia temporal entre los secuestros y las muertes, debido a que se encontró que los cadáveres mostraban zonas de depilación demasiado reciente.