“Todo lo que podamos hacer en los diferentes foros internacionales por el pueblo amigo argentino lo haremos. Nos comprometemos a ayudar de manera concreta a la Argentina, garantizándole nuestro pleno apoyo dentro del G7 y de las instituciones financieras internacionales”, dijo el premier italiano, Silvio Berlusconi, luego de la reunión que mantuvo ayer con el canciller Carlos Ruckauf. El ex gobernador bonaerense viajó a Italia para intentar conseguir la “comprensión” del gobierno de ese país ante la crisis económica argentina y, sobre todo, algún tipo de ayuda económica. “Estamos contentos porque Berlusconi se comprometió a hablar con cada uno de sus amigos en Europa para que nos apoyen, a diferencia de Estados Unidos, sin condiciones”, dijo a Página/12 un entusiasta miembro de la comitiva de Ruckauf.
Satisfecho por los resultados del tramo italiano de su viaje, Ruckauf llamó ayer al presidente Eduardo Duhalde para contarle las novedades del día. La conversación duró media hora. Hoy, el canciller se reunirá en el Vaticano con el cardenal secretario de Estado, Angelo Sodano, y con el presidente de la Cámara de Diputados Pierferdinando Casini, y mantendrá una entrevista con la Conferencia de Presidentes de las Regiones de Italia, que le informarán de las iniciativas que han adoptado para ayudar a la Argentina antes de seguir viaje hacia Madrid. Las últimas horas de Ruckauf en Italia serán más relajadas que las primeras porque cree que el objetivo más importante lo consiguió en la reunión que mantuvo con Berlusconi. El premier ofreció públicamente el respaldo de Italia ante los países del Grupo de los Siete (que integran además Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña, Francia, Japón y Alemania) y de las instituciones financieras internacionales para hacer frente a la crisis Argentina. El funcionario le prometió a Ruckauf un respaldo “concreto y continuado”, y subrayó que “haremos todo lo que podamos en los diferentes foros internacionales por el amigo pueblo argentino. Nos comprometemos a ayudar de manera concreta a la Argentina, garantizando nuestro pleno apoyo en el interior del Grupo de los siete y de las instituciones financieras internacio-nales”.
Un funcionario argentino que integró la comitiva de Ruckauf se animó a ir más lejos. “El objetivo era conseguir apoyo explícito y lo logramos. Berlusconi se comprometió a hablar incluso más allá del grupo de los siete para pedir apoyo. Esto se va a traducir –aventuró sin dar ningún dato concreto– en posibilidades de ampliar el comercio bilateral, en nuevas inversiones y en créditos. Recalcaron además que a diferencia de los Estados Unidos, no nos ponen condiciones.” Y agregó que la ayuda que nos puedan prestar también les convendrá a ellos. “Los italianos entienden que la única forma de que la Argentina pueda seguir pagando su deuda y de que los bonos argentinos suban es el crecimiento del país. Como hay italianos que tienen esos bonos, su solidaridad es un ida y vuelta”, explicó.
Ruckauf cree que ayer “abonó el terreno” para que los técnicos del ministerio de Economía hagan otro viaje a Italia para intentar que el viento no se lleve las promesas. Lo harán luego de que se conozcan las medidas económicas que el presidente Eduardo Duhalde presentará en sociedad el próximo sábado, en el programa que tiene en Radio Nacional. La fase diplomática, dijeron en el entorno de Ruckauf, es misión cumplida. El canciller llegó ayer a Roma desde Estados Unidos, con el objetivo de conseguir la “comprensión” del gobierno italiano ante la crisis económica de la Argentina y una ayuda económica. Destacó su interés por conseguir “un sistema de ayudas que podría concretarse en una nivelación de la deuda y en una línea de crédito con tasas favorables”.
Hoy se embarcará a España, donde llegará con el mismo discurso que preparó antes de partir de Buenos Aires: la Argentina está quebrada y necesita ayuda. El presidente del gobierno español, José María Aznar, lo recibirá en el Palacio de La Moncloa, donde se encontrará también con su par de Chile, Soledad Alvear. Luego, ambos se entrevistarán con el canciller español, Josep Piqué.