En su discurso de ayer en la quinta de Olivos, Cristina Fernández tocó el tema de la situación del coronel retirado Luis Sarmiento, padre de la jueza María José Sarmiento que en enero pasado suspendió los decretos del Ejecutivo que creaban el Fondo del Bicentenario.

La Presidenta aseguró que el Gobierno “no sabía” que el padre de la jueza había sido querellado por el propio Estado nacional en una causa por represión durante la última dictadura. “No sabía que la Secretaría de Derechos Humanos había querellado el año pasado al padre de la jueza que intervino en la causa del Banco Central. Este Poder Ejecutivo no lo sabía, si no la hubiera recusado, por una cuestión natural”, aseguró y luego agregó: “Desconocíamos porque hay cientos, miles de querellas en la secretaría en todo el país”, explicó.

De acuerdo con la mandataria, la jueza Sarmiento, conociendo los pormenores de la causa contra su padre, debería haberse excusado por tal motivo de actuar en el expediente por el uso de reservas. La situación, opinó Cristina, era “causa más que suficiente para recusar y para excusarse”. “Sería casi inhumano si alguien en esa situación no tuviera una cierta aversión hacia el Gobierno: es casi una cuestión de sentido común”, comentó Cristina.

La Presidenta insistió en que de haber sabido el dato de que el Estado era querellante en una causa contra el padre de Sarmiento hubieran recusado a la jueza en la causa en la que ésta se expidió por el uso de reservas. “Miren la buena fe institucional y constitucional con que este gobierno ha actuado”, destacó la mandataria.