Media hora antes del comienzo de la sesión especial convocada por la oposición, el oficialismo acercó el primer gesto conciliador. Aseguró a los bloques opositores que no exigiría los dos tercios de los presentes para habilitar el tratamiento del DNU 298 sobre tablas. Convencido de que el Grupo A alcanzaría el quórum necesario para sesionar, el oficialismo no quiso exponerse a una doble derrota, ya que la oposición insistiría en que el tema se dirima por votación en el recinto. Desde el kirchnerismo no querían volver a exponer al presidente de la Cámara, Eduardo Fellner. El PJ disidente no le perdonó que la semana pasada levantara la sesión tras la media hora de espera reglamentaria cuando la oposición no había reunido el quórum por demoras de sus propios legisladores. Ayer, Elisa Carrió devolvió la gentileza: “No vamos a cargar contra usted, señor presidente, porque levantó una sesión reglamentariamente. Estamos por la defensa institucional y no queremos ir por nada”, dijo para tomar distancia de la embestida del peronismo anti K.