El ex embajador Eduardo Sadous fue abordado al salir de su casa rumbo al Congreso y ante una consulta afirmó que “no sentí presiones del Gobierno, hablé con el canciller y me dio libertad de acción”. En el Congreso esquivó la guardia periodística, ingresando a las cocheras del anexo de la Cámara baja. El comienzo del interrogatorio de los diputados no le fue nada alentador. El primero en preguntar fue un diputado oficialista que lo consultó, ante la sorpresa del resto, sobre si había participado de una “fiesta con adolescentes” en la embajada en Venezuela cuando se encontraba allí. “No sé de qué está hablando”, respondió Sadous. Luego, el mismo diputado le preguntó “por qué no había hecho la denuncia cinco años atrás”, cuando tomó conocimiento de los supuestos ilícitos. El diplomático afirmó que había cumplido en informar a sus superiores y que acudió a la Justicia cuando fue citado.